miércoles, 24 de agosto de 2011


OW(Oscar Wilde)
Julio Ordano y un impecable elenco,
consiguen una creación memorable que desafía con éxito a la sociedad victoriana


Enfrentar la tarea de hacer un montaje basado en la tragedia de Oscar Wilde, es un verdadero desafío del que no todos los dramaturgos y directores han logrado salir victoriosos, y muchos pasaron con más  pena que gloria.  Este no es el caso de Julio Ordano y un impecable elenco que, en conjunto, consiguen una creación memorable.

Enrique Dacal-Edgardo Moreira-Hernán Vázquez.Julio Ordano
Nilda Raggi-Enrique Papatino-Roberto Ponce
El dramaturgo y director optó por recrear el juicio en el que se condenó a Wilde a causa de su conducta homosexual.  Para esto, la corte que lo condenó y lo destruyó, los mismos individuos que hasta poco tiempo antes habían lo aclamado, utilizaron, entre otros elementos, sus escritos, poéticos, narrativos y teatrales, y su correspondencia personal.  Todo esto agravado por la vida de apariencias impuesta dentro de aquella sociedad victoriana desbordante de hipocresía que en OW queda desenmascarada. Ordano enfrenta esta situación valiéndose de la misma agudeza verbal característica de Oscar Wilde quien, en dicho juicio, tenía como único apoyo a un endeble abogado defensor sin demasiados recursos para enfrentar a un fiscal y a un juez de doble personalidad, y a una serie de testigos de más que dudosa moral.  

Hernán Vázquez-Enrique Papatino
Uno de los más poderosos atractivos de la pieza, reside en la reiteración de la lectura de cartas intercambiadas entre Wilde y varios de los personajes que lo rodeaban antes de ser acusado.  Con ellas—actuadas por los personajes mismos—Ordano va hilvanando la historia previa que desembocó en el escandaloso proceso, y también le sirven para expresar la conciencia colectiva de una época.  Los actores van transformando sus personajes por medio de tan sólo algunos pequeños detalles (ropa, gestos, voces), con lo que dan una absoluta credibilidad a las mutaciones. Enrique Papatino compone un perfecto Oscar Wilde, que tiene todos los tics propios del refinamiento finisecular inglés de su clase social, pero que en ningún momento cae en el afeminamiento.  En él, todos los detalles están cuidados meticulosamente, aún la posición de sus pies cuando está sentado, las inflexiones de voz, los movimientos de sus manos, todo nos hace sentir ante una exacta personificación del poeta—probablemente la mejor que he visto. Su actuación conmueve en todo momento sin presentar ningún altibajo que saque al espectador de la magia que emana de su personaje al que nunca vemos como alguien débil, sino un ser absolutamente fiel a sus convicciones y su filosofía de vida.   
Enrique Papatino
 Lo acompaña un excelente elenco en el que Enrique Decal personifica a un fiscal implacable que emite juicios que ni el mismo los cree pero que son la representación viva de esa sociedad tan represiva de la cual aún nos quedan muchos resabios y, de este modo, le otorga gran actualidad al drama.  También juega el rol del amigo más amanerado del dramaturgo inglés, logrando un contraste impecable.  Roberto Ponce, compone un endeble abogado defensor cuya figura crece enormemente al presentar su alegato final.  Nilda Raggi y Hernán Vázquez, tienen varios roles a su cargo, y se desenvuelven con toda naturalidad interpretando cada uno de ellos con aplomo y soltura.   

Edgardo Moreira-Enrique Decal-Hernán Vázquez-Roberto Ponce
Y el reconocido Edgardo Moreira, despliega su inagotable caudal de recursos escénicos creando un juez cargado de ambivalencias, en su persona y frente al caso, justo pero funcionario de una sociedad injusta, homofóbico, aunque por momentos poco convencido de que “ese amor que no osa ser nombrado” sea un delito tan terrible.  Sus expresiones, gestos, movimientos, todo es parte integral de un personaje lleno de una clara incertidumbre ante un rol que no está alejado de muchos contemporáneos para quienes lo “diferente” es sinónimo de “peligroso”.

Edgardo Moreira
La escenografía y el vestuario diseñados por Alberto Bellatti, contribuyen al sentido atemporal del drama de Ordano. Con elementos mínimos pero contundentes, consigue ubicar la escena tanto en su período como en la universalidad que trasmite el texto. 


Julio Ordano, en sus dos roles de dramaturgo y director, logra imprimirle a OW un compás que no decae en ningún momento, que crece sin estridencias, con un perfecto balance que sólo puede lograrse con una firme dirección, un texto brillante, y un equipo de actores de primera línea.  
Julio Ordano
 © Osvaldo Sabino, agosto de 2011


Sinopsis
O W comienza por el final del juicio en el que Wilde es declarado culpable por sus relaciones homosexuales. Se cuelan algunas pinceladas del pasado y del futuro con la irrupción de personajes que van desde la madre hasta desarrapados que viven en las calles, funcionarios, linyeras, jóvenes delincuentes, damas de la sociedad, y otros.
Se va luego al comienzo del juicio, donde se percibe en las conductas de Oscar y su defensor la confianza de que sólo se trata de un trámite por el que hay que pasar. Los diálogos que surgen de los interrogatorios son brillantes, divertidos e inteligentes.
Escenas a que aluden los funcionarios aparecen dramáticamente interrumpiendo y circunstanciando el desarrollo del juicio. Otros momentos, que se transforman en hechos, son apariciones que nacen de la mente del acusado: fantasmas, deseos o pesadillas.
El trámite avanza y poco a poco se van cerrando las vías de escape. El desempeño de Wilde va modificándose y pasando por los diversos estados a que lo conducen interrogatorios a veces insolentes, a veces crueles, pero siempre hábiles. Y se suceden las escenas que los mismos generan y evocan.
Sus amigos intentan eludir el desenlace a que, perciben, conducirá irremisiblemente el juicio, incluso apelando a la fuga. Pero Wilde rechaza la opción. Asistimos a escenas en los muelles, en la cárcel y en la habitación del hotel de Paris, en el que Wilde muere. Volvemos al juicio, a los alegatos y a la condena. En una imaginaria escena final, Wilde, no renuncia a su ser esencial.
¿Fue el juicio el último acto de una vida revolucionaria capaz de hacerse literatura? ¿Una apuesta más por desarmar la hipocresía? ¿Fracasar a lo grande? En palabras de su nieto: “Cuando mandaron a mi abuelo a la cárcel por quebrantar la ley, también privaron a la sociedad de un rebelde”.


Ficha artística:
Enrique Papatino
Enrique Dacal
Edgardo Moreira
Roberto Ponce
Nilda Raggi
Hernán Vazquez

Ficha Técnica:
Dramaturgia: Julio Ordano
Vestuario y Escenografía: Alberto Bellatti
Música original: Sergio Vainikoff
Asistencia de dirección: Anabel Ferreyra, Florencia Rodríguez Zorrilla
Prensa: Daniel Franco, Paula Simkin
Dirección: Julio Ordano
Duración: 80 minutos

ACTOR’S STUDIO TEATRO
Díaz Vélez 3842
Capital Federal - Buenos Aires – Argentina
Teléfonos: 4983-9883
Entrada: $ 40,00 y $ 20,00 - Sábado - 19:00 hs – Hasta el 27/11/2011
Domingo - 19:00 hs - Del 21/08/2011 al 27/11/2011

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jueves, 11 de agosto de 2011

D e s m e s u r a
un exceso de talentos que, 
después de triunfar en España, 
aterrizó en Buenos Aires de la mano de 
Darío Cortés


 
Manuel y Pablo son una pareja, y Desmesura es una comedia dramática cuya trama se enfoca en los conflictos diarios de dos personas que se aman y conviven en ese universo de contratiempos cotidianos.  Si bien los dos se dedican a diferentes ramas del arte, no es fácil compartir una vida entre dos artistas.  Pablo es pintor y Manuel dramaturgo escribiendo sobre una relación lésbica.  Y tienen un perro, Renato.  

Darío Cortés - Francisco Ortiz
Uno de los elementos más  destacables de Desmesura, es que la sexualidad de los protagonistas no es relevante.  La obra presenta una realidad con la que cualquier espectador puede identificarse; una situación que quiebra las barreras y hace que las diferencias se esfumen demostrando que el amor es justamente eso, el amor, y las parejas y sus crisis son universales, que hablar de dolor, o de culpa, o del estigma de ser “diferentes”, es algo ya obsoleto.  El amor es único, y ya iba siendo tiempo que los escenarios comenzaran a mostrarlo como tal.  Y lo interesante de este fenómeno renovador, es que justamente la gente joven, como en este caso, Darío Cortés, es la que lo ve y lo presenta de este modo, no como algo distinto, oscuro, sórdido, sino como lo que son, un componente más de las relaciones humanas. Y esto se pone de manifiesto tanto en la interacción de los dos protagonistas reales, como en la de las ficticias Mía, Luz y Marisa, que viven en la mente de Manuel.

 Viviana Suraniti - Alejandra Feudal - Checha Amorosi
Desmesura es compleja en su aparente sencillez, y es precisamente ese elemento lo que hace que sea una obra teatral brillante y que, sin presentar un clásico final feliz, hace que el público salga de la sala y no olvide fácilmente lo que acabe de ser presentado en el escenario.

Checha Amorosi - Viviana Suraniti - Alejandra Feudal - Renato - Darío Cortés
La infidelidad, los problemas domésticos, las inseguridades, son el nudo dramático que le permite a Cortés crear una situación casi cortazariana en la que la ficción y la realidad crean mundos paralelos que colisionan convirtiéndose en uno sólo sin que la audiencia note esa delgada línea que los separa, o sea, el principio más básico del “realismo fantástico”. 

Checha Amorosi - Viviana Suraniti - Alejandra Feudal
La vida de Manuel y Pablo es un reflejo de la obra en la que cobran vida Mía, Luz y Marisa (La estrategia del escarabajo) que, como si fueran personajes de Unamuno, cobran vida e, interaccionando directamente con el dramaturgo, reflejan la realidad que él mismo está viviendo, dándole la oportunidad de observar y juzgar, desde un ángulo diferente, la situación que atraviesa, sin permitirle caer en el facilismo del sobredimensionar el drama cotidiano.

Darío Cortés - Francisco Ortiz

Darío Cortés, se presenta en el rol de dramaturgo, director y actor de Desmesura, tres labores nada fáciles en las que se revela como uno de los nuevos talentos de la escena.  Todos los detalles han sido extremadamente cuidados.  Nada de lo planteado queda sin resolver. 


Darío Cortés


Un verdadero hallazgo es la inclusión de Renato que, como un actor más, interactúa con el resto del elenco con los desbordes necesarios que requiere el texto. Francisco Ortiz asume un rol nada fácil del que logra salir con aplausos, y mostrando cómo su excelente capacidad actoral crece con cada nueva interpretación. Checha Amorosi despliega, una vez más, su impecable presencia escénica.  Alejandra Feudal tiene a su cargo un rol en el que prevalecen sus más destacables características, la espontaneidad y la frescura. Y Viviana Suraniti compone una tercera que nunca llega a ser la discordia ya que, con mucha habilidad, logra establecer el equilibrio dramático tan necesario en una comedia.  Cortés, con una meticulosa habilidad artesanal, ha logrado exponer lo mejor de todo su elenco—en el que está incluido él mismo—en un muy bien aprovechado escenario donde la inteligente escenografía diseñada por Eliana Baillot, permite que todo el elenco se mueva con comodidad.


Desmesura es una comedia actual que conmueve, moviliza, divierte sin apelar a fórmulas obsoletas ni al humor fácil, todo lo contrario, el humor de Darío Cortés surge de las situaciones planteadas sin necesidad de apoyarlo en efímeros gags, y nos introduce en cinco historias cotidianas en las que prevalece la idea de que si analizamos la realidad, la convivencia resultará siempre más llevadera.



 


 © Osvaldo Sabino, Julio de 2011

 Las fotos son gentileza de Eliana Saihueque©

  Desmesura
Participó y fue premiada en:
Festival Internacional LGTB, Madrid, 2009
Festival IDEM, Andalucía, Córdoba, 2009
Festival audiovisual LGTB, Málaga 2010
Certamen de Nuevos Creadores, Bilbao, 2010
Premiada en el X Certamen de Teatro San Juan Evangelista, España, 2010

Realizó tres temporadas en Madrid:
Teatro Nudo - Sala DT - Teatro Tis

Sinopsis argumental:
La historia cuenta el proceso creativo de un dramaturgo, Manuel, al escribir una obra sobre tres lesbianas llamada La Estrategia del Escarabajo (Mía, Marisa y Luz). Este momento íntimo en la vida de un creador es llevado a escena, donde intervienen la relación en crisis con su novio pintor, Pablo, su perro Renato y sus ficticios personajes. Esta obra dentro de otra obra habla también de la búsqueda de la verdad en la creación artística, en la pareja, en la identidad sexual. Una historia de personas atrapadas en su intensidad y el sentido de la verdad en la vida y en el arte, que invita al espectador a ponerse en el lugar del otro observando la intimidad de dos parejas que intentan conseguir una felicidad conjunta que no anule la felicidad individual. Una historia búsquedas personales.

Ficha artística:

Checha Amorosi: Mía
Dario Cortes: Manuel
Alejandra Feudal: Luz
Francisco Ortiz Amaya: Pablo
Viviana Suraniti: Marisa
y
Renato: Renato

Ficha Técnica:
Asistencia de dirección: Julian Luque
Escenografía: Eliana Baillot
Diseño Gráfico y Fotografía: Ezequiel Demaestri
Productor asociado: Adrian García Melo
Producción Comercial y Prensa: Le Frick Argentina
Producción ejecutiva: Vanina Fuentes

Dramaturgia y Dirección: Darío Cortes

Desmesura

Teatro El Piccolino - Fitz Roy 2056 - Capital Federal
Teléfonos: 4779-0353
Web:
http://www.elpiccolino.com.ar
Entrada: $ 45,00 - Viernes - 22:00 hs - Hasta el 07/10/2011

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M a l i c i a
Martín Marcou, con su ya reconocido talento, se sumerge hábilmente en la perversa exageración de la extravagancia de la década del ‘90


Malicia, la nueva obra de Martín Marcou, es una ácida propuesta decididamente divertida, aunque la clave de su éxito reside justamente en que no busca serlo.  La malicia emana de los tonos, las poses y de los giros que van tomando las diferentes situaciones nostálgicamente planteada por los personajes que llevan adelante una temática simple que, como la década que evocan, termina cargada de un corrosivo barroquismo.

Macarena García-Richie Guzmán-Sergio Calvo-Checha Amorosi-Julián Mondino-Puchie Labaronnie-Lorena Azconovieta-Gabriel Zuccarini-Yamila González Ajón-Hana Fleischmann-Laura Sepiurka
La acción se desarrolla durante una reunión de familiares y amigos que organiza “Chunchuna” (Puchi Labaronie). En ella reviven las efímeras glorias vividas durante ese período nefasto en el que muchos se enriquecieron a costa de una economía que hoy paga las consecuencias.  La consigna esencial es (como era en aquel entonces) una fiesta de “pizza y champagne”. La trama se desarrolla con toques que entrelazan el realismo, el absurdo, la crueldad, el melodrama, unidos por la experta inteligencia y el talento siempre en ascenso de Martín Marcou. Catorce personajes en una habitación de la que no pueden escapar ni de la mirada vigilante de la anfitriona, ni del rencor que habita en ellos mismos.  Los invitados son seres que durante aquella década lo tuvieron todo, y que, con el correr del tiempo, sólo les ha quedado la memoria nostálgica de aquellos días. 

Macarena García-Richie Guzmán-Sergio Calvo-Checha Amorosi-Javier Schonholz-Hernán Muñoa-Gabriel Zuccarini-Julián Mondino-Yamila González Ajón-Hana Fleischmann-Hebe López-Laura Sepiurka-Puchie Labaronnie
El director ha cuidado todos los detalles: desde lo cromático, ya que todos los colores están íntimamente relacionados con los personajes, hasta la división de roles y sus nombres, que están muy estrechamente relacionados a sus historias.  En la trama, todo el elenco se integra exagerando sus pasiones y proponiendo una parodia que produce un distanciamiento con la realidad de sus vidas.  De este modo, Malicia  logra que la audiencia se identifique, de una manera u otra, con detalles compartidos por todo el tejido del imaginario social.  La virulenta mordacidad que Marcou ha volcado en este texto, consigue que todos terminen burlándose de sí mismos, pero buscando reflejar sus condiciones sobre los demás.
Julián Mondino - Puchie Labaronnie - Lorena Azconovieta
La efectiva dinámica de los discursos de Malicia hace que la obra mantenga su ritmo y no decaiga en ningún momento.  Las actuaciones son espontáneas, naturales (uno de los sellos distintivos de Marcou), todo el elenco hace suyos a los personajes, los incorpora de manera orgánica resaltando la ácida poesía a la que el autor nos tiene acostumbrados.  Un importante detalle a destacar, es la precisión con que se mueven los diálogos, un ida y vuelta altamente dinámico que—a pesar de ser catorce personas en escena—rápidamente nos familiariza con cada uno de ellos logrando que perduren en la mente mucho después de abandonar la sala.  Aunque no es fácil conseguirlo, todas las situaciones presentadas terminan resolviéndose artesanalmente.

Macarena García-Richie Guzmán-Sergio Calvo-Checha Amorosi-Javier Schonholz
Una vez más, Martín Marcou está acompañado de un excelente grupo de actores encabezado por dos de sus actrices fetiche: Puchi Labaronnie, en un rol a su medida y al que le saca el jugo en todo momento, y Checha Amorosi, una joven profesional que no deja de superarse en cada nueva entrega.  También debemos destacar la excelente actuación de Richie Guzmán, transitando constantemente una fina línea que en ningún momento cae en la ridiculización de un personaje que está siempre moviéndose en el límite. Los mucamos, compuestos por Julián Mondino  y Lorena Azconovieta,  no sólo se integran el grupo, pero también, desde un costado de la escena,  componen una especie de catalizador social—virulentamente irónico—de ese mundo de apariencias y de frivolidades insidiosas.  Los discursos que esgrimen los personajes, establecen el compás de esta brillante comedia cargada de mordacidad en la que toda la audiencia encuentra rasgos para identificarse—y de los que pueden avergonzarse—pero que siempre serán vistos proyectados sobre “el otro”. Es importante recalcar que la diversidad sexual ya es un elemento absolutamente integrado en toda la obra de Marcou, y no es una excepción en Malicia.
     
Checha Amorosi
Richie Guzmán

Julián Mondino - Puchie Labaronnie - Lorena Azconovieta
El inagotable arsenal de recursos de Martín Marcou, tanto en su condición de dramaturgo  como así también de director, hace que estas realidades—que en otras manos podrían ser utilizadas sólo para poner distancia con la audiencia—logren movilizar la fibra del público, desnudando descarnadamente el pensamiento reprimido de estos remanentes de ese mundillo que favoreció a unos pocos y hundió a muchos.
Hana Fleischmann-Hebe López-Laura Sepiurka-Hernán Muñoa-Lorena Azconovieta
La obra se complementa con una muy funcional escenografía que se ajusta a la decadencia de la época en la que la memoria de estos seres se ha quedado estancada.  También el diseño de luces de Ariel Campos se adapta como un personaje más en la escena.  Y, nuevamente, el tema musical que interpreta el talentoso Germán Díaz, encaja perfectamente, lo mismo que la interpretación de otro tema, original, que realiza Hernán Muñoa. 

Germán Díaz
Hernán Muñoa
Malicia es un homenaje a todos los que nunca creyeron en ese decadente mundo perecedero que en la Argentina se denominó como el “menemismo”, una justa mirada imparcial de esos desbordes inconscientes de los ‘90s por los que aún seguimos pagando las consecuencias. 
Martín Marcou
Una vez más. Martín Marcou, con su Teatro Crudo, sigue demostrando que es una de las figuras más descollantes de la escena teatral contemporánea.

© Osvaldo Sabino, julio 2011
Las fotos son una gentileza de Fher Ghiani ©
Malicia
Dramaturgia y Dirección: Martín Marcou

Ficha artística:

Checha Amorosi: (Georgina - la hija snob)
Gabriel Zuccarini: (Alfaro, el pata de lana de la vieja, el amante joven y borracho)
Hana Fleischmann: (Neneca, la gorda joyera que tuvo todos los negocios en los '90)
Hebe López: (la ex animadora infantil)
Hernán Muñoa: (Daro, el personal trainer, taxi boy, entrenador de famosos)
Javier Schonholz: (Miguel Ángel, hermano de Chunchuna)
Julián Mondino: (Oscar, el mozo)
Laura Sepiurka: (ama de casa castigada, desclasada, amiga de la infancia de Chunchuna)
Lorena Azconovieta: (Olavia, la recién amputada)
Macarena García: (Nata, la modelo que no le da para modelo, que lee a grandes autores)
Puchi Labaronnie: (Chunchuna, la anfitriona)
Richie Guzmán: (Dennis, el inmigrante top, amigo de la hija de Chunchuna)
Sergio Calvo: (José Luis, el marido reprimido de la hija de Chunchuna)
Yamila González Ajón: (Martite, la ahijada huérfana de Chunchuna)

Ficha Técnica:

Asistencia de dirección: Claudia Cuccioletta
Diseño gráfico: Laura Sepiurka
Diseño de luces: Ariel Campos
Fotografía: Leandro Martínez
Maquillaje: Casa Cruda
Música: Germán Díaz
Prensa: Mariano Casas Di Nardo
Vestuario: María Cecilia Jazmín
Video: Gabriela Lacunza-Leandro Martínez



 Malicia
Teatro La Comedia
Rodríguez Peña 1062 - Capital Federal - Teléfonos: 4815-5665 / 4812-4228
Web:
http://www.lacomedia.com.ar/
Entrada: $ 60,00
Jueves - 21:00 hs.
Hasta el 25/08/2011

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