jueves, 23 de septiembre de 2010

                     Mentiras del ángel de la muerte

El Ángel de la Muerte
deambula por las calles
pellizcando redondos muslos
y acariciando la profundidad
rugosa de los sexos desprevenidos.

Húmedo de besar ojos llorosos
como si fuera un trabajo único;
dulce y mortal,
sarcástico y triste,
se sume en el pecado de los favores
que habitan la tentación terrenal.

Su sonrisa es gris y está inclinada,
su abrazo es frío, violento
tenaz y árido.
Tiene las pupilas dilatadas que
bailan en sus órbitas vacías:
horribles, hermosas,
crecientes y inflamadas.


Pero el Ángel de la Muerte nunca cede,
tiene el corazón labrado en piedra
y una larga guirnalda le cuelga de los dedos.
Sus besos saben a la amargura del hachís.
Exótico y marrón,
oscuro como el cielo,
húmedo como una tumba,
erótico y dulce como una fruta prohibida,
nos llama desde las esquinas
con un hipnótico batir de alas,
y nos atrapa imperioso en su sueño de opio
transportándonos ardientes
hacia placeres esperados e ignorados.

Y por último, ya harto, nos abandona
en el árido cementerio de su mentira.

miércoles, 22 de septiembre de 2010


 La Parka, el musical

Diego Corán Oria y Federico Scarpelli, nos sorprenden con esta brillante comedia de teatro musical donde el amor y la muerte se unen de manera novedosa e inusual

Ampliar


Cuando uno va a ver un musical y sale con un tema, o más, repitiéndose en la mente y no puede despegárselos, sabe que ha visto un éxito.  Eso es justamente lo que sucede con La Parka, una comedia de teatro musical que, en la superficie, presenta un argumento sencillo, pero que en el subtexto se las trae.

No es nada fácil encarar el tema de la muerte, menos aún en el teatro argentino donde, por lo general, o es un drama, o una ridiculización. Sin embargo, Diego Corán Oria y Federico Scarpelli, lo hacen desde un ángulo completamente diferente donde transitan esa fina línea que divide lo terrible de lo absurdo, sin caer en ningún momento en el facilismo de dejarse seducir por cualquiera de las otras dos vías.


No es nada fácil encarar el tema de la muerte, menos aún en el teatro argentino donde, por lo general, o es un drama, o una ridiculización.  Sin embargo, Diego Corán Oria y Federico Scarpelli, lo hacen desde un ángulo completamente diferente donde transitan esa fina línea que divide lo terrible de lo absurdo, sin caer en ningún momento en el facilismo de dejarse seducir por cualquiera de las otras dos vías. 


En esta brillante puesta dirigida por su propio autor, Diego Corán Oria, Felipe, un joven tenista (Esteban Masturini) desciende al Hades intentando que le devuelvan a su prometida, Guadalupe (Micaela Castelloti), que acaba de morir en un accidente de auto cuando él conducía.  Allí, su primer contacto será con “el Ahorkado” (Pedro Velázquez), quien lo hará esperar para ser atendido por “Gladiolo” (Facundo Rubiño), algo así como el gerente general, que finalmente le concederá la deseada entrevista con “La Parka” (Roberto Peloni), una moderna imagen de la muerte (que pareciera estar basada en la imagen del querido actor y maestro Mosquito Sancinetto), que le propone una serie de pruebas que, si las pasa, podrá recuperar a su novia para la vida, y si pierde, su futuro será “la nada”.  Todo esto irá desarrollándose con el formato de un “reality show”, con otros muertos que harán las veces de audiencia.  La obra va desarrollándose como una constante caja de sorpresas que no deja de sorprender a la audiencia con giros inesperados. Y el desenlace resultará una sorpresa aún mayor.


En La Parka, lo kitsch prevalece cubriendo cada una de las especulaciones presentadas por los autores, acerca de los designios que la suerte reserva para cada ser humano, los que, hipotéticamente, suponemos que nos serán revelados en el más allá.  Toda la temática está basada en gags de humor negro—a veces tiernos, otras ácidos, y muchas corrosivos—que se desprenden de una idea central que repetirán varias veces a lo largo de la trama: “Quién elije cómo vivir, esta eligiendo cómo morir”.


Las actuaciones son todas, sin distinciones, altamente destacables. Roberto Peloni vive su rol de “La Parka” sorprendiéndonos sin evocar las figuras usuales, y haciendo un espléndido despliegue histriónico donde se une su talento actoral, vocal y plástico, para construir un personaje por el que los espectadores acaban sintiendo simpatía. Lo mismo sucede con Facundo Rubiño, “Gladiolo”, que despliega una magnífica labor escénica—tanto en su expresión corporal como vocal—en un difícil personaje que en cualquier traspié pudiese caer en lo ridículo.  Pedro Velázquez, que cuelga de la horca a lo largo de los noventa minutos de la función, cumpliendo estoica y eficazmente el rol de puente o recepcionista del Hades. Felipe, el joven tenista que va al Hades en busca de su novia muerta, es interpretado por Esteban Masturini, un joven actor que tiene la ductilidad suficiente para pasar de ser tímido a imponerse ante la imposibilidad de regresar a la vida con la mujer que ama.  Y, por supuesto, Guadalupe, encarnado por Micaela Castelotti, una anti heroína perfecta de movimientos medidos y con una voz que se ajusta a todos los requerimientos del teatro musical.  Como dijimos anteriormente, el resto del elenco de La Parka es tan relevante como los ya mencionados; todos cumplen una encomiable actuación que hacen de este musical un admirable trabajo de ensamble, un excelente ejemplo de lo que ha logrado el teatro musical argentino en los últimos años.


En algún nivel, la escenografía de Tadeo Jones no es adecuadamente funcional para la cantidad de actores que deben interpretar las excelentes coreografías creadas por Agustina Seku Faillace, y moverse sobre el escenario.  Si bien su diseño es atractivo y muy similar al del comic, no aprovecha debidamente las dimensiones del escenario de El Cubo y, por momentos, se torna un tanto endeble y temblorosa. También sería una buena idea mantener más ajustado el sonido, ya que, en ocasiones, las voces quedan cubiertas por la muy acertada música de Jorge Soldera y Alejandro López. Las luces, de Facundo Rubiño, tampoco son  las más apropiadas para realzar la obra de Diego Corán Oria.


Pero estos son sólo pequeños detalles que, cuando acaba la función, no opacan el brillo de este musical. La Parka nada tiene que envidiarle a los productos importados de gran producción que llegan a la calle Corrientes.
 

© Osvaldo Sabino para PRESSENTA.COM.AR - Buenos Aires, septiembre 2010.
 
Elenco
LA PARKA:
Roberto Peloni
GLADIOLO:
Facundo Rubiño - AHORKADO: Ángel Hernández
FELIPE:
Esteban Masturini - GUADALUPE: Micaela Castelloti
TEKLITAS:
Jeniffer Trabilsi
RODILLO:
Juan Gentile
PETRUSHKA:
Micaela Pierani Mendez
OVEJA:
Adrian Scaramella
CIRILO:
Emmanuel Robredo Ortiz
KASTAÑA:
Jimena Gonzalez
VAKKARA:
Luciana Larroca
RANGER:
Federico Fernandez Wagner
LIQUID:
Jessica Abouchain
JUNIOR:
Ezequiel Carrone
LONGANIZA:
Juan Mende
GUADALUPE PLUS:
Ana Rodríguez
Ficha técnica:
Libro original: Diego Corán Oria - Federico Scarpelli
Música Original: Jorge Soldera
Diseño de sonido: Ana de Irisarri
Escenografía: Tadeo Jones
Vestuario: Alejandra Robotti
Pelucas: Mirian Manelli
Maquillaje: Luciana Reche
Diseño de luces: Facundo Rubiño
Diseño gráfico: Martin Bayne
Company manager: Yanina Martino
Stage manager: Adriana Cuellar
Prensa: Maria Sureda
Producción ejecutiva: Matías Taverna - Martin Arcidiacono
Dirección vocal: Carlos Perez Banega
Dirección Coreográfica: Agustina Seku Faillace
Idea, letras y dirección general:
Diego Corán Oria


LA PARKA… EL MUSICAL
Lunes 20:30hs. - Localidades desde $35 - 4963-2568
EL CUBO Zelaya 3053
e/ Jean Jaures y Anchorena - Abasto
www.cuboabasto.com.arwww.cuboabasto.com.ar


TÍTERES PORNO - GRUPO 69 A LA CABEZA
LA IMAGINACIÓN ES CAPAZ DE CRUZAR CUALQUIER LÍMITE

Ampliar

Lo primero que asombra es cuando uno se entera que “los títeres porno”, es un invento argentino. La idea surgió hace más de dieciséis años, en un bar de Dinamarca, después de una función, cuando el legendario Ariel Bufano desafió a Sergio Rosemblat a intentar la realización de algo semejante. Su primera respuesta fue: “hay límites…”. Rosemblat aceptó el guante y la idea quedó rondando en su cabeza. Desafortunadamente los planes llevan tiempo de ser llevados a cabo, y en el interín, falleció Bufano sin alcanzar a comprobar que su desafío fue concretado y se rompieron esos límites a los que él hizo mención en el bar dinamarqués. La primera experiencia se llamo Doce polvos, una especie de cajas chinas en la que se vió a un grupo de actores manipulando estos muñecos y representando, al mismo tiempo, la obra interpretada por los títeres (esculturas realizadas con maravilloso cuidado artesanal, por Gustavo Garabito, en goma espuma, de unos 50cm. de alto), manipulándolos, y actúando las voces e improvisando ellos mismos a la vista del público. Cabe acotar que en esa primera experiencia, también participó la actríz Carolina Peleritti.


Esta nueva experiencia que presentan en el CELCIT los viernes a las 23:30hs., el equipo que conforma el grupo 69 A La Cabeza, no sólo actúa y maneja los títeres, pero también son los autores del libreto. La pieza está dividida en varias secuencias que muestran diversas fantasías sexuales en las que también incluyen la diversidad sexual. Pero no aparece como un caso excepcional, sino con toda naturalidad. Es así como vemos una escena entre Batman y Robin en la que el Duo Dinámico muestra su otra cara: la relación amorosa que muchos creemos que siempre ha existido entre los dos además de su eterna lucha contra el mal. También nos ofrecen otra famosa fantasía en la que una mujer llama de urgencia al plomero y terminan teniendo una relación sexual que parece ser interrumpida por la súbita llegada del marido. Al contrario de lo esperado, el buen hombre decide acoplarse a la situación y terminan teniendo un menage a trois todo vale, en el que nadie tiene prejuicios y disfrutan plenamente su sexualidad sin ninguno de los complejos con los que la cultura judeo cristiana invade el imaginario colectivo. Los doce personajes animan estas piezas breves, y a lo largo de cincuenta minutos vemos desfilar a una mucama con su patrón cariñoso, una presentadora, un policía, que en pocos minutos dejan de ser muñecos para convertirse en seres reales con los que el público, además de divertirse, logra identificarse.


La música ha sido cuidadosamente elegida, temas como “Down With Me, Baby”, de Kevin Johansen, o “Lady Marmalade”, permiten ampliar la brillante coreografía escénica que los actores despliegan sobre la mesa. Los gemidos y la falta de aliento son acompañados no sólo por los eróticos movimientos de los muñecos musculosos al mejor estilo Tom of Finland, pero también por los mismos actores que se mueven junto con ellos.


En el CELCIT, cuentan también con una iluminación excepcional que en ningún momento los abandona. Comenzaron la primera semana con una tímida platea, y ya para la segunda función agotaron las localidades. La exitosa respuesta popular, hizo que el teatro programe 4 nuevas funciones debido a la cantidad de espectadores que se quedaban afuera de la sala.


Es bueno mencionar que al finalizar el espectáculo, la idea o preconcepto que uno podía llevar antes de entrar a la sala, cambia radicalmente. Títeres Porno, es una experiencia única, un espectáculo divertido, ingenioso, renovador, que nadie puede perderse.
© Osvaldo Sabino para PRESSENTA.COM.AR - Buenos Aires, septiembre 2010.
 
TÍTERES PORNO
3º Festival Internacional de Títeres al Sur 2009
7º Festival de Títeres para Adultos Buenos aires 2010
TÍTERES PORNO es un espectáculo de sexo explícito en el que los títeres de mesa tienen el protagonismo, pero son manipulados por los actores que suman su expresión completando la escena. La propuesta combina humor y erotismo para abordar diversas fantasías pornográficas. Un permiso para jugar, reírse y calentarse con las fantasías sexuales más atrevidas. Una orgía inimaginada. Actores que, a la vista de todos, manipulan muñecos erectos, gimen, piden más y acaban, sorprendiendo al público con el porno en goma espuma.
 
Manipuladores:
Ariel Bottor
Mayra Carlos
Carolina Tejeda
Sebastian Terragni
Cecilia Villamil

Guión y Dirección:
69 A LA CABEZA
Creación Colectiva
Ficha técnico:
Técnica: Títeres de Mesa
Vestuario: Javier Laureiro
Escenografía: Javier Laureiro
Realización de títeres: Gustavo Garavito
Operación de luces: Peter Pank
Operación de sonido: Peter Pank

www.69alacabeza.blogspot.com

TÍTERES PORNO
Viernes, a las 23:30hs. - $40 y $25 (hasta el 8 de octubre)
ESPACIO CELCIT
Moreno 431, San Telmo - Reservas al 4342-1026
www.celcit.org.ar
Contacto con la producción:
69 A LA CABEZA
15-6124-5370 / 4586-2736
titereshot@yahoo.com.ar




“Sorprenderse a uno mismo es libertad”, 
nos dice Diego Casado Rubio en el programa. 
Su obra, Es inevitable, sorprende a la audiencia, un acto de liberación colectiva que pocas veces se alcanza

Ampliar

El amor siempre ha sido, es y será nada más que eso, el amor, a secas, sin distinciones. Y así lo ha comprendido el excelente y multifacético director español Diego Casado Rubio. Esto lo traduce en Es Inevitable, un texto de su factura que complementa con una brillante dirección y montaje donde aúna la actuación, la pintura, el video, la coreografía, el canto y la música. Tiene, además, el aporte de tres magníficas actrices (Estela Garelli, Patrizia Alonso y Lorena Viterbo) que se entregan absolutamente a la pieza y dan lo mejor de sí mismas en el escenario. Lo mismo puede decirse de todo su equipo técnico. El resultado final de este esfuerzo, es un perfecto ensamblado de piezas que encajan tan exactamente en sus sitios correspondientes, que intentar destacar a una sobre otra, no haría honor a la labor profundamente artesanal del conjunto.

“La Carbonera”, es una hermosa sala de San Telmo que tiene el espacio perfecto para lograr dar la intimidad necesaria y establecer una relación directa con la audiencia que termina siendo participe incidental del velatorio que se desarrolla frente a ella. Desde el mismo momento cuando uno espera en el patio, comienza a escucharse un lejano e inquietante Ave María que proviene del interior, una letanía que crece al entrar y ubicarse frente a la imagen de Rosa, que reza sentada junto a un féretro. Cuando el público está ya ubicado y se cierra la puerta, la plegaria de las plañideras desaparece y la de la actriz va mezclándose con frases que expresan el sufrimiento por la pérdida de su pareja. El escenario se expande con la información que vamos descubriendo a través de su monólogo. De sus palabras surgen imágenes interiores y cotidianas del pasado inmediato. Todo esto se enmarca con música, coreografía y una proyección sobre una de las dos pantallas. Allí se ve la pintura de una ventana y, más allá, también pintado, un mar. Rosa hace un gesto abriendo las hojas de la ventana, y la imagen va fundiéndose —prácticamente sin permitir que nos demos cuenta— en una filmación del mar que termina por cubrir toda la pantalla.

Este comienzo es el determinante de una estructura dramática impecablemente balanceada, y establece el resto de la acción en la que la audiencia es transportada suavemente de un tema a otro para ir construyendo la real dimensión de lo que ha sido ese amor. Un amor —diferente, para algunos— que supera todas las barreras y que tiene la fuerza de burlarse de los convencionalismos que lo ha rodeado (y que lo rodea, aún en la muerte).

Es Inevitable habla de la muerte, el autor habla del amor, de lo que no muere, celebra la vida. Diego Casado Rubioliebenstot wagneriano, son inevitables, lo mismo que esta obra. cultiva un teatro orgánico, expresivo, sagaz, un teatro que nos seduce con su acabada artesanía para derribar preconceptos sociales obsoletos como los del miedo a lo diferente y a lo desconocido. El amor y la muerte, el
© Osvaldo Sabino* para PRESSENTA.COM.AR - Buenos Aires, septiembre 2010.
 
ES INEVITABLE
Teatro cinematográfico para los sentidos
Escrita y dirigida por
Diego Casado Rubio
Con
Estela Garelli es Rosa
Patrizia Alonso
es Carmen
Lorena Viterbo
es Menchu

Domingos a las 20.30hs.

Teatro La Carbonera
Balcarce 998 - San Telmo
Reservas al 4362-2651 y en la web
www.esinevitable.es

Entradas: $40 - $30 (Para estudiantes y jubilados)
La Carbonera cuenta con el apoyo del INT y de Proteatro, obtuvo el Premio Trinidad Guevara a la producción 2006 y es miembro fundador de ARTEI. 
PERRO EN LA ARENA DE CARLOS MATHUS
Ampliar


Cuando algunos hablan de una “crisis en el teatro alternativo”, parecieran ignorar que teatro es algo definido y unificado, que sólo en el ambiente teatral se manejan ciertos términos y clasificaciones. Finalmente, con toda obra, quien levanta o baja el pulgar, es el público. Y el público sólo reconoce dos categorizaciones: “buena” o “mala”, a veces algunos arriesgan un “más o menos”. Por eso es que me cuesta bastante digerir el tan vapuleado término “teatro alternativo”. Y, ante la brillante producción contemporánea, las proclamas de “crisis”, me resultan incomprensibles.

En estos últimos tiempos, hemos visto un gran incremento en la preocupación de los autores hacia la sensibilidad de los actores. No voy a entrar en listados, sería reiterativo, sólo voy a enfocarme en este monólogo de Carlos Mathus, que se ha publicado en las últimas semanas, PERRO EN LA ARENA, cuya lectura pone de manifiesto lo que intento expresar. 

Cuando se nombra al autor, Carlos Mathus (actual Director artístico del TEATRO EMPIRE), es imposible disociar su nombre de una de las experiencias teatrales más exitosas de tods los tiempos, La lección de anatomía. A veces la trascendencia de una pieza hace que el imaginario popular se centre sólo en ella y que el resto del opus –aún cuando su calidad sea destacable– se quede en segundo plano. Sería demasiado extenso referirnos al currículo de Carlos Mathus, ha escrito treinta y dos obras y se estrenaron treinta de ellas, no sólo en Argentina sino en Latinoamérica y Europa.

El autor es también director y, como tal, tiene una profunda preocupación por el mundo de los actores. Esto se refleja en PERRO EN LA ARENA, un monólogo en el que hurga en la mente de un actor en el mismo momento cuando está saliendo a escena.

El título evoca la pintura homónima de Goya, en la que la única figura es el perro. En un flash de la memoria, desfilan por su mente un cúmulo de recuerdos y cavilaciones que se entremezclan con las características del rol que debe asumir para su público.

La simple riqueza del lenguaje de Carlos Mathus, convierte al lector en cómplice de este personaje indeterminado al que dibuja con su calidad autoral y su conocimiento de esa mente sobre la que tanto ha trabajado –y trabaja– desde fines de los años ’60.

La publicación de este monólogo se presta para poner en tela de juicio esa crisis de la que hablan algunos críticos. Quizá la única crisis a la que podemos hacer referencia, es que las así llamadas piezas comerciales, aquellas que ya han sido probadas en escenarios extranjeros, colman las salas de la calle Corrientes relegando a los autores vernáculos a lo que se ha dado en denominar “teatro alternativo”.

Finalmente, el sentir teatral lo define Mathus, hablándole –a través de su personaje– al público: “Y cuenten que también fui el político más ladrón, el asesino más perverso, …y también el más bello de los adolescentes… el más inspirado de los poetas… el bombero más sacrificado… el amante más humillado… el mejor bailarín de todo el cabaret… mi vida depende de ustedes… ¡Voy a ser inmortal!"
PERRO EN LA ARENA es un monólogo balanceado artesanalmente por su autor, tiene todos los elementos necesarios para perdurar, una obra necesaria que espero que podamos verlo en escena próximamente.

© Osvaldo Sabino para PRESSENTA.COM.AR - Buenos Aires, septiembre 2010
.

PERRO EN LA ARENA
De Carlos Mathus
Edición bilingüe, español/inglés.
Traducción: Ana María Rozzi de Bergel
70 páginas - Buenos Aires, Argentina, 2010
Edición apoyada por ProTeatro
JOSÉ MARÍA MUSCARI: 
UN INTRÉPIDO DEL SIGLO XXI FEIZBUK, UNA ÉPICA CONCEPTUAL 
DE LA VIRTUALIDAD
Ampliar

Un texto teatral se convierte en clásico cuando en él vemos que, además de tener una historia en su trama, desarrolla aspectos inherentes a su tiempo. Es así como, a través de la dramaturgia podemos estudiar y analizar diversos aspectos y posiciones sociales de las diferentes culturas y su época.


Si observamos desde un punto de vista crítico a Feizbuk, una de las últimas creaciones teatrales de José María Muscari —digo de las últimas ya que tiene varias en cartel al mismo tiempo— no podemos evadir la tentación de definirla como una obra “épica”. Este es un género literario donde el autor presenta hechos legendarios, reales o ficticios, en una manera objetiva. Estos eventos siempre suceden en un tiempo y un espacio determinados.  Muscari usa, en este caso, la narrativa teatral como medio de expresión para plasmar la contemporaneidad.


Feizbuk es una pieza teatral en la que el número siete —el “corazón del universo”, para muchas culturas milenarias— tiene un rol preponderante. Una obra gestada en siete semanas, que incluye siete temas musicales originales, que es interpretada por siete elencos diferentes que a su vez están compuestos por siete actores que suben al escenario siete veces por semana.


Indudablemente, Muscari es un participante emblemático de nuestro tiempo, y su arte (siempre) incluye los aspectos socio-tecnológicos determinantes de nuestra sociedad. En Feizbuk, expone la modernidad insertando elementos originales y códigos con los que estamos familiarizados dada su cercanía. El producto es un arte relacionado con el quehacer humano actual, al que no sólo ilustra pero también identifica.


En el teatro no todo es forma, el contenido, la clave esencial y movilizadora de las acciones humanas, debe ir unida al modo. Sólo de esa manera se logra una completa representación de los intereses que se intenta poner de manifiesto. De esta forma, un buen montaje consigue hacer un claro reflejo de la sociedad contemporánea. Muscari lo logra a través de una serie de personajes que viven un claro aislamiento social, y que se entrecruzan en medio de situaciones olvidables o relaciones tan efímeras como el tiempo que puede durar una imagen en la pantalla. La exposición de circunstancias dispares que tienen una relación directa que surge de la virtualidad, y que van sucediéndose con cierta continuidad, atrapan a la audiencia en una trama de necesidades sociales, eróticas y sentimentales. Feizbuk presenta estas necesidades en forma dinámica y atrapante y, de ese modo, logra que los espectadores se identifiquen sin abrumarlos con panfletos de toma de conciencia. Muscari lo hace de un modo más simple: exponiendo su propio punto de vista sin buscar imponerlo sobre la audiencia.


El texto de Feizbuk, que viene cargado de una visión profundamente crítica, se centra en personajes que tienen necesidad de obtener esos cinco minutos de fama de los que hablaba Andy Warhol, y lo hacen por medio de su exposición pública en la red social. Las actuaciones tienen muy buen nivel, y el trabajo de dirección (titánico, diría yo), demuestra calidad y talento a través de una séptuple puesta en escena cargada de simbolismos que se despliegan en un espacio novedoso y de sutil representatividad.


En Feizbuk lo que más se destaca es la originalidad acoplada a un gran nivel de calidad, tanto humano como técnico.


Las siete versiones de la obra son: Feizbuk Míticos, compuesta por un elenco que ya ha trabajado anteriormente con Muscari, Feizbuk Tours, enfocada en extranjeros que están en la ciudad, Feizbuk Hot, que toca la temática erótica, Feizbuk Stars, en la que los actores tienen alguna relación con personajes famosos, Feizbuk Teens, siete jóvenes que se muestran tal cual son, Feizbuk Freaks, seres diferentes que viven sin problemas su heterogeneidad dentro de la sociedad, y Feizbuk Sex, siete chicxs trans y gay que viven su sexualidad plenamente asumida. Las actuaciones son tan niveladas que resulta difícil destacar una sobre otra.


Una vez más, con su intrepidez, su ingenio y su talento, José María Muscari nos sorprende seduciéndonos con Feizbuk, un espléndido montaje reflejo fiel del mundo de las redes sociales tan características de nuestro siglo XXI.

© Osvaldo Sabino para PRESSENTA.COM.AR - Buenos Aires, septiembre 2010.
FEIZBUK
Míticos, Sex, Tours, Hot, Stars, Teens y Freaks
www.feizbukteatro.blogspot.com

Idea original, concepción, dramaturgia y dirección:
JOSÉ MARIA MUSCARI
Ciudad Cultural Konex - Sarmiento 3131
Horarios
Mie 21hs. - FEIZBUK MITICOS
Jue 21hs. - FEIZBUK SEX
Vie 21 - FEIZBUK TOURS y
Vie 23hs. - FEIZBUK HOT
Sab 21hs. - FEIZBUK STARS
Dom 19hs. - FEIZBUK TEENS y
Dom 21hs. - FEIZBUK FREAKS

Entradas $40
A la venta en boletería o por Ticketek 5237-7200
www.ticketek.com.ar
EL PEQUEÑO MARCOU ILUSTRADO DE LA FAMILIA ARGENTINA

Ampliar

Con QUIERO PASAR UNA TARDE CON FRANCO
una vez más, el joven Martín Marcou (32), 
al frente de su compañía, Teatro Crudo,  
vuelve a sorprendernos desde la dramaturgia y la dirección.
 

Desde el momento mismo cuando uno se ubica en la platea, comienza a interiorizarse de lo que sucede en el escenario.  Allí se ve a dos jóvenes sentados frente a una mesa conversando amigablemente.  La charla, inicialmente inaudible para la audiencia, va tomando cuerpo hasta que nos enteramos que están discutiendo acerca de cosas simples como el nombre de las galletitas que comen, o si debe decirse “masita” o “galletita”. La escena es cotidiana y, en su superficie, totalmente simple, aún cuando pronto notamos el juego de seducción que se desarrolla entre los dos personajes—que Marco Gianoli y Hernán Lentini interpretan con destreza incorporándole una inusual naturalidad.  Esto hace que, desde antes de comenzar la acción, el espectador se sienta cómplice de la pareja.

Por supuesto, el conflicto surge ante la aparición de la familia de Valentín.  Pero no es lo que el espectador espera.  No existe una “culpa” a causa de la orientación sexual.  Muy por el contrario, Marcou nos presenta una grupo de familia en el que sólo advertimos un leve rastro de homofobia en el hermano mayor, “El Beto” (Eugenio Davide).  En cambio, la madre, Marcela—un personaje en el que se destacan por igual tanto Puchi Labaronnie como  Marcela Groppa—Fabiola, la hermana deforme y algo retardada que es vapuleada por todos—un rol difícil que Rosario Sabarrena sostiene sin decaer en ningún momento—y Gastón—Pedro Agollía—el primo gay “plumífero” que siempre tiene algo que acotar, se enfocan en otro tipo de obsesiones que nada tienen que ver con la sexualidad.

El joven autor/director, Martín Marcou, ya había desplegado su gran habilidad en el manejo del diálogo en obras anteriores (Tortitas de manteca, Lame Vulva, Brillosa, Rancho Blanco, entre otras), pero es en Quiero pasar la tarde con Franco, donde alcanza su más completa madurez.  Esto lo logra desorientando al espectador que, a medida que va desarrollándose la trama, comprende que no está ante una familia disfuncional, ni tampoco frente a una historia de amor homosexual, sino a una realidad cotidiana contemporánea.  Toda la neurosis de los personajes está presentada con tanta naturalidad que logra, fácilmente, que cada uno de nosotros nos identifiquemos con el mundo de esta familia y su visitante, Franco.

Debemos destacar que los demás elementos, el uso del espacio, el vestuario, las luces, la coreografía escénica, y la escenografía, están tan bien logrados que encajan perfectamente en esta puesta tan inteligente de Marcou.


Quiero pasar una tarde con Franco, es un claro ejemplo de los excelentes valores que pueden sorprendernos gratamente en la cartelera de “teatro alternativo” actual.

 Viernes, 23hs.
Entrada general $35
Descuento para estudiantes y jubilados  $25 -
PROMOCIONES ESPECIALES a $25 en martinmarcou@hotmail.com
Teatro LA TERTULIA, Gallo 826 - Abasto, Cap. Fed.
Reservas al 6327-0303 - www.latertulia.on.to

                           © Osvaldo Sabino para PRESSENTA.COM.AR - Buenos Aires, Agosto 2010.
VOLVER A LA VIDA
Walter Soares se renueva y la sofisticada sutileza de su arte, crece

Ampliar

Volver a la vida es más de lo que Walter Soares acostumbra a ofrecernos en sus presentaciones.  Más, pero como siempre, superándose en cada nueva entrega, aún en los cuadros clásicos de su repertorio que repite perfeccionándolos—si es que eso fuera posible.

Lo naif, lo sensual, y lo sugerente—tanto en la performance como en lo estético—son los elementos unificadores que llevan adelante este glamoroso espectáculo, otorgándole un balance que Soares logra sostener  a lo largo de los noventa minutos.

La inusual y muy estilizada coreografía, está al servicio de los cuerpos y del fastuoso vestuario diseñado por David Ghersinich.  Se complementa con una intrincada iluminación que en ningún momento deja ser un componente vivo de la escena. Debemos acotar, son elementos que cualquier revista de megaproducción puede envidiar de Volver a la vida,

Las bailarinas tienen cuerpos naturalmente sorprendentes.  Se mueven en el escenario desplegando plumas y objetos luminosos como si estuviesen flotando, y lo hacen desplegando una muy precisa coordinación que, por lo general, no es fácil de lograr.

Sería injusto destacar uno de los cuadros sobre otro; todos consiguen acaparar la atención de la audiencia, no porque se superen entre sí, sino porque mantienen un nivel de calidad que no decae en ningún momento.

Todos los integrantes del Grupo Kabala explotan los gestos y la mímica valiéndose de las expresiones que surgen de los sofisticados maquillajes que los complementan.

El monólogo de Walter Soares cubre toda la gama de sentimientos, yendo desde la carcajada hasta la ternura, desde la sorpresa hasta la generosidad, sin apelar, en ningún momento, ni al golpe bajo, ni a la agresión, ni a lo soez. 

Volver a la vida es uno de los pocos espectáculos actuales de music-hall al que puede asistir toda la familia, ya que está formulado con arte, ese arte difícil que cada día se cultiva menos: el arte de lograr mantener cautiva a la audiencia a lo largo de noventa minutos sin depender  del facilismo.  Si esto es a lo que apuntaban Walter Soares y el Grupo Kabala al concebir este espectáculo, lo han logrado.

© Osvaldo Sabino, Buenos Aires, agosto de 2010. Para Pressenta.com.ar

Elenco: 
Walter Soares
Fanny Bianco
Paola Nicodemi 
Marta Berrio
Nathalie Llanos
Cristian Avila
Richie Guzmán
Olga Parise
Equipo Técnico
Vestuario: David Ghersinich
Producción: Walter Soares y David Ghersinich.
Producción Ejecutiva: Juan Iacoponi.
Prensa: Rafa Tano
Dirección General: Walter Soares

Teatro: Moliere, Balcarce 682 – 4334-0777
Horarios: Sábados 23 horas, a partir del 14 de agosto de 2010
Mosquito Sancinetto:
Un gran artista del género humano
Ampliar



El anuncio decía "no competitivo", y fue una suerte, de haber habido una competencia, no quisiera haber tenido que ser juez.

Pocas veces tenemos la oportunidad de asistir a un evento y salir sin poder borrar una sola de las imágenes que pasaron frente a nuestros ojos.  Menos aún, olvidar todas las palabras que se han ido desgranando a lo largo de tres días.  Esta es una de esas ocasiones, tres tardes y noches durante las que todo sucedió tan vertiginosamente, que los asistentes no tuvimos oportunidad de recuperarnos de un asombro para pasar al siguiente.  Fue como ser parte de un gran musical, uno de ésos de los que siempre se sale con los temas repitiéndose en la cabeza.

El Festival de Arte Trans de Buenos Aires, "Destravarte", en su primera edición, 2009, ha sido una de las más increíbles reuniones donde los egos quedaron fuera, y se vivió y se celebró la diversidad sin exclusiones, sin dejar nada fuera de los escenarios.

Intentar enfatizar acerca de una presentación u otra, sería una tarea muy difícil.  Lo más destacable fue el impulso en sí, el hacer visible lo invisible, lo que la sociedad no quiere ver, o sólo presenta en medios homofóbicos que se valen de "lo trans" para la burla, para conformar a ese sector de la población que no quiere salir de la ignorancia.  En los escenarios - Cris Miró y Batato Barea - las salas de exposición, y los salones donde se llevaron a cabo los debates, se congregaron artistas, intelectuales, políticos, activistas, que se mezclaban con el público asistente y compartían de igual a igual, aprendiendo unxs de otrxs.

Si al soñar, idear, crear y llevar a cabo este evento, la intención inicial de Mosquito Sancinetto fue la de "poner un límite al aluvión de burla y discriminación proveniente del establishment y que tanto tira todo para atrás", no nos queda ninguna duda de que lo ha logrado,  ampliamente. "Destravarte", en su primera edición, ha sido un comienzo como pocas veces se da: hecho a pulmón, pero presentado como si hubiese sido organizado con todo tipo de apoyos - humanos y financieros. Pero, en realidad, el único real apoyo fueron lxs participantes, todxs unidxs para triunfar por una causa común, todxs dando lo mejor de sí para mostrar que la "diversidad" existe.

Y, debemos acotar, que la experiencia "sancinetiesca", no se limitó a los grupos locales.  Haciendo un gran esfuerzo, también se incluyó a compañerxs del interior que, por una vez, tuvieron la oportunidad de mostrar su arte y su lucha en un escenario de la Capital.
 
Como ya he dicho, nombrar a todxs, o destacar a algunx, sería injusto y absurdo.  Lo único que si hay que remarcar, es que Mosquito Sancineto no es sólo un gran artista en el escenario, o formando actores, es un "gran artista del género humano".  No vive hablando de proyectos, los realiza, no se conforma con soñar, cumple los sueños y, "Destravarte", es la prueba concreta de su compromiso.  

¡Gracias por tres días de maravillosa reflexión, esperamos la segunda versión!
 
© OSVALDO SABINO gentilmente para PRESSENTA.COM.AR
Buenos Aires, diciembre 2009. / www.osabino.com