lunes, 30 de mayo de 2011

Edda Díaz 
en 
Este es el día de visita,

compone un personaje de tal claridad emocional
—y exactitud clínica—
que logra que nos duela mirarla

Edda Díaz
Este es el día de visita es un drama en el que, a través de relatos que surgen de los apuntes que Silvia Uber (Edda Díaz) fue tomando a lo largo de su vida, comienzan a abrirse una cantidad de interrogantes que los personajes que la rodean irán desvelando.  Con ellos, el “médico psicoanalista” (Diego Horn) y la paciente, se afanan para reconstruir una vida destruida a causa de la relación que mantuvo con su familia.  En realidad todo sucede en la mente de la protagonista quien refleja en los internos del hospital neuropsiquiátrico a cada uno de sus parientes.  Sólo por la vergüenza que expresan los rostros de la familia, cuando finalmente aparecen, podemos confirmar que son una realidad y no una alucinación de Silvia.  Mediante los relatos que surgen de la lectura de su autobiografía, la audiencia va enterándose de quién es la paciente y cómo fueron los hechos que la condujeron a ese cuadro clínico. 

Rodolfo Rodríguez - Edda Díaz - Nora López
La pericia de los once actores que acompañan a Edda Díaz, contribuye a la comprensión de la puesta.  Durante la lectura del texto, los internos toman, en la mente de la escritora, el lugar de la familia de la que se ha alejado en su adolescencia y a la que no ha vuelto a ver.  A través de estos momentos que son recuperados por la mente del personaje, nos encontramos con una madre egoísta, celosa de sus hijos, a los que oprime hasta ahogarlos culpándolos porque por haberlos tenido a ellos no ha logrado continuar con su carrera en la danza, el padre, lejano, ausente, la hermana conformista y, su marido, un experto en aprovecharse de la familia y de las situaciones, una hermana “desaparecida”, un hermano dominado por la madre, y convencido de haber asesinado a un amigo de la infancia, y una media hermana con la que viven un romance.  Con estos personajes, Silvia intenta reconstruir su vida y la relación que mantuvo con su familia.

Aníbal Brito- Carlos Aguilar-Ema Visini-Soledad Cichilli-Maxi Pereira- Gastón Biagioni
A través del relato de diversos momentos de su crecimiento, vamos enterándonos de la interacción de la familia Uber. Y muchas líneas comienzan a abrirse creando interrogantes que irán siendo desvelados a medida que avanza la acción y la condición clínica de Silvia Uber.  La acción transcurre en un neuropsiquiátrico donde un psicoanalista parece mantener una sesión corriente con la que en principio aparenta ser una paciente más.  Pero, a medida que avanza la pieza, Silvia Uber va mostrando más y más signos de la situación mental que la aqueja.  La escena se mueve en varios espacios que son aprovechados plenamente a pesar de que no están delimitados y van superponiéndose e intercambiando sus funciones: el consultorio, el hospital, la casa familiar, una calle y la casa de un escritor.  Si bien la escenografía es mínima, estos ámbitos cobran vida en el relato de la protagonista. El talento de Edda Díaz para ir reconstruyendo la historia, logra dibujar estos espacios que aparecen y desaparecen casi fantasmalmente movidos por la narración y las luces.

Edda Díaz
La buena tarea de coral del elenco de Día de visita, sostiene la intrincada trama con fuerza y va respondiendo los interrogantes que se plantean desde el comienzo.  En especial es necesario destacar la labor de Rodolfo Rodríguez que, en su rol de enfermero psiquiátrico, se pasea por la escena con una naturalidad casi fantasmal, invisible, cambiando las cosas de lugar de manera muy sigilosa.  Además, debemos enfatizar la labor de Aníbal Brito, que tiene a su cargo el doble papel de un interno y de Eric, el hermano de Silvia Uber, y los desarrolla con gran histrionismo y una excelente voz cargada de matices y tonos. También Ema Visini, que interpreta a la madre, Isidora/Elvira, una mujer desbordada por el delirio y su egoísmo desenfrenado hacia sus hijos.

Rodolfo Rodríguez - Edda Díaz
Por supuesto, el peso mayor de la obra recae sobre Edda Díaz que realmente deslumbra en este rol dramático en el que tiene la oportunidad de desplegar todo su arte.  Tiene momentos en los que aparece la gran comediante a la que estamos acostumbrados a ver.  Sin embargo, esos instantes son sólo un preámbulo a la tragedia que va generándose vertiginosamente, la revelación del mundo interior de una mujer desesperada por sufrir el rechazo a causa de su condición sexual.  Edda Díaz en Día de visita, demuestra todo su potencial escénico desplegando su panoplia de recursos inagotable, con lo que hace de Silvia Uber un personaje de tal claridad emocional—y exactitud clínica—que logra que nos duela mirarla.  Su actuación en Día de visita no es una más, es casi un símbolo de la necesidad de no bajar los brazos, de no olvidarse del placer, del propio y del de los otros, y logra todo esto y mucho más en esta comedia dramática en la que está presente en el escenario durante todo el desarrollo de la pieza.  Su capacidad actoral consigue mantener a la audiencia completamente seducida sin que el interés decaiga en ningún momento.  Esta ha sido una gran oportunidad para que Edda Díaz pudiera desplegar, una vez más, todo lo que ha venido acumulando a lo largo de su exitosa carrera teatral.

Ana Cestoni-Romina Gil-Carlos Aguilar-Ema Visini-Gastón Biagioni-Soledad Cichilli-Aníbal Brito-Nora López
Día de visita es una tragicomedia que no decae en ningún momento, en la que el espectador debe estar atento a todos los movimientos, gestos, tonos y, sobre todo, a cada cambio que efectúan los personajes que son muy proteicos, como la mente febril de esta escritora lesbiana que nunca ha podido asumir el rechazo de su familia, el abuso de los hombres (incluido su padre), la pérdida del amor juvenil, o la desaparición de su hermana. La mayoría de los elementos individuales que se aúnan en Día de visita habilitan, en todo momento, una identificación muy amplia con todos los niveles de públicos, y con esto logra que ningún espectador salga decepcionado.  El texto implica una invitación a reflexionar acerca de lo sencilla que pudiera ser la vida si lográramos entendernos un poco más sin dramatizar la libertad de quienes nos rodean. La dirección de Néstor Zacco y el texto de Juan Crespo, presentan una acertada combinación.

Néstor Zacco
La actuación de Edda Díaz al frente de este destacable elenco, es una experiencia imborrable para la audiencia.  A pesar de su grandeza, siempre seguimos esperando más de esta Artista tan “orgullosamente humilde”.

 © Osvaldo Sabino, Buenos Aires, mayo 2011





 Ficha artística

Edda Díaz
es Silvia Uber

Carlos Aguilar: Al capone - el padre
Gastón Biaggione: Elvio - ramón ”Elvis”
Aníbal Brito: Eric - asesino
Ana Cestoni: María - militar
Soledad Cicchilli: Katty - Viviana
Romina Gil: Silvia joven
Diego Horn: psicoanalista
Nora López: Dora - enfermera
Maxi Pereyra: Silvia máscara - Kurt
Rodolfo Rodríguez: psiquiatra - enfermero
Ema Visini: Isidora - Elvira

Ficha técnica:
Autor: Juan Crespo
Dirección, adaptación y escenografía: Néstor Zacco

Diseño del vestuario de la Sra. Edda Díaz, Romina Gil y Maxi Pereyra: Gustavo Alderete
Realización de vestuario: Nora López, Ema Visini y Soledad Cichilli
Utilería y mobiliario: Romina Gil y Maxi Pereyra
Fotos: Julio Solís Arias - Javier Fuentes
Cámara y audiovisual: Piedad Granja Galeano
Diseño gráfico: Paul Caballero para “Quiub”
Gestión de producción: Carlos Aguilar, Ana Cestoni y Gastón Biaggione
Asistente de dirección: María Magdalena Becerra

Producción ejecutiva: Juan Bautista Britez (Contacto: 4282-9331 / 15-4939-0992
www.pressenta.com.ar )

Prensa: Alicia Nieva para “Octavia”, 4781-2231 / 15-3214-1417
www.octaviacultura.com.ar
Difusión: Diego Horn, Aníbal Brito y Rodolfo Rodríguez

Viernes, 20:30hs.
Teatro “La Tertulia”, Gallo 826,
(casi esquina Tucumán) Abasto
Web: http://www.latertulia.on.to
Plateas: $50 
Reservas: 6327-0303 (descuento a estudiantes y jubilados)

Elenco de Este es el Día de Visita
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martes, 10 de mayo de 2011

S e  a l q u i l a ,  c o n  u n a  c o n d i c i ó n

Diego Casado Rubio vuelve a conmovernos 
con una comedia dramática característica de nuestros tiempos

                 Emiliano Dionisi                            Estela Garelli                                           Chela Cardalda

Indudablemente, después del éxito de Es inevitable, la puesta de esta nueva obra, Se alquila, con una condición, representaba un riesgo muy grande.  Sin embargo, la meticulosa habilidad y el talento de Diego Casado Rubio, le permitieron superar artesanalmente el reto. En principio porque el autor/director ha desarrollado una labor de orfebre sobre los modismos y el lenguaje que emplean cada uno de los personajes, entramando un material simple, que va transformándose por medio de una rica fonética a través de la que los actores hacen un despliegue vocal de sorprendente riqueza. Los cuatro personajes, Ramona (Chela Cardalda), Lucía (Estela Garelli), Amador (Emiliano Dionisi), y El relator (Rodolfo Valss), aportan una excelente veta filosófica que nos hace reflexionar sobre sus, aparentemente cotidianas conductas.  La obra muestra cómo sus sentimientos se reflejan de un modo profundo sobre las decisiones personales.  También, cómo esas decisiones los hace responsables de sus soledades: todos ellos son libres de optar ante diversas posibilidades de vida.  Y en Se alquila, con una condición, lo que prevalece es el deseo personal.

Estela Garelli-Chela Cardalda-Emiliano Dionisi



Emiliano Dionisi-Chela Cardalda-Estela Garelli









 






La nueva obra de Casado Rubio, tiene un importante punto a favor: es una clara fiesta de actuaciones.  Estela Garelli, Chela Cardalda, Emiliano Dionisi, y la voz en off de Rodolfo Valss, están simplemente sobresalientes en cada una de sus creaciones.   

Rodolfo Valss
Garelli aporta sus prodigiosas máscaras escénicas que son capaces de sobrepasar cualquier límite actoral, potenciando constantemente las escenas con la expresividad de cada uno de sus gestos y movimientos. Cardalda, con su consabida experiencia, compone una “lala” (abuela) que, por momentos, es la que todos hemos soñado.  Dionisi se luce con una rica mixtura de actuación y danza.  Y la voz en off de Rodolfo Valss presenta los tonos exactos para marcar las constantes transiciones de la obra.

Estela Garelli
Diego Casado Rubio ha cuidado todos los detalles de esta pieza que combina teatro, música, danza, canto y cine, garantizando que todo transcurra con mucha transparencia y con la intensa dinámica que exige el texto.  También ha puesto especial atención en cuidar los contrastes, las posibles discordancias que pudieran surgir al pasar de lo cómico a lo dramático.  El cierre de Se alquila, con una condición, después de que recorre muchos de los posibles vericuetos de la soledad de estos seres, es desvelado con sutil maestría, y está hermosamente impregnado de una profunda suavidad y una tierna carga de nostalgia que conmueve a la audiencia.  Aunque, es interesante destacar que, más allá de todos estos logros como realizador, su mayor agudeza reside en haber aprovechado los resultados de estimular a su elenco con una manifiesta y hábil mano profesional que extrae lo mejor de cada uno de ellos. Además, la fuerza de sus imágenes visuales (las proyecciones que vemos son de su propia factura), complementan y refuerzan el dibujo de cada situación que atraviesan sus personajes. 

Chela Cardalda-Estela Garelli
Ariel Vaccaro ha resuelto la escenografía con mucha pericia diferenciando cada espacio en el que se desarrollan los diferentes escenarios que presenta la pieza.  Lo mismo sucede con el diseño de luces de Leandro Fretes y Jimmy James que dan los tonos exactos para balancear el texto.  La “Rumba Ramona”, compuesta e interpretada por Miguel Magdalena García “Peri”, es un hallazgo muy destacable que acompaña al texto con gran vibración de una excelente voz.

 Emiliano Dionisi

Se alquila, con una condición, es una obra conmovedora, con escenas de una gran fuerza visual, original y profunda, y cuenta con excelentes actuaciones.  Un gran esfuerzo colaborativo que no decepcionará a ningún espectador.

Fotos: Gentileza de Juan Borraspardo ©

Se alquila, con una condición
 Autor y Director: Diego Casado Rubio

La familia ni se crea ni se destruye, tan solo se transforma.
Un viaje sensorial, cinematográfico y teatral por las perversiones cotidianas de una familia. Como la 'sal al guisao' me estás haciendo falta. Las perversiones dejan de serlo cuando se cuentan, la intimidad es más sincera cuando se muestra. ¿Se puede sentir pena por algo que nunca pasó? El amor es como cuando comés sopa, a veces, te deja un vacío insoportable. Esta es la historia de Ramona, Lucía y Amador: una familia. Emigrantes de su propia soledad viviendo en una casa en la que para ver el espectador tendrá que espiar, para avanzar tendrá que dejarse llevar por el tiempo y hasta sumergirse en el agua. Sin miedo y con una única condición. Como diría Ramona: “todos dejamos de estar solos en algún momento”.
Una historia de familia, flamenco y felicidad, las tres “efes” de la combinación perfecta.


Se alquila es cine y es teatro

Ficha Artística
Chela Cardalda: Ramona
Estela Garelli: Lucía
Emiliano Dionisi: Amador
Rodolfo Valss: Relator

Ficha Técnica
Asistente de Dirección: Juan Borraspardo
Escenografía: Ariel Vaccaro
Vestuario: Vessna Bebek
Realización de vestuario: Nancy Murena
Iluminación: Leandro Fretes y Jimmy James
Música original, diseño y postproducción de sonido: Diego Menge
Coreografía: Fabiana Pouso
Diseño y realización de la bañadera: Nicolás Botte
Asistente general: Marina Rosetti
Creación y realización audiovisual: Diego Casado Rubio
Fotografía: Juan Borraspardo
Diseño Gráfico y Web: Diego Casado Rubio
Producción Ejecutiva: Juan Borraspardo
Prensa: Carolina Alfonso
Producción: El Principito Producciones
Tema final: “Rumba Ramona”,
compuesto e interpretado por Miguel Magdalena García, “Peri”

http://www.sealquila.com.es/
La carbonera - Balcarce 998 - Capital Federal
Reservas: 4362-2651
Entrada: $ 40,00 y $ 25,00
Sábados - 21:00 hs - Hasta el 02/07/2011

Esta obra cuenta con el apoyo de: INT, PROTEATRO y CCEBA-AECID 
(Centro Cultural de España en Buenos Aires).

© Osvaldo Sabino, Buenos Aires, Argentina, mayo de 2011


miércoles, 4 de mayo de 2011

L o s  I n v e r t i d o s

Una excelente puesta de Mariano Dossena.  
Supera todas  las polémicas generadas por esta tragedia de clase.  
Moviliza y emociona trascendiendo la doble moral 
y el discurso encubierto de nuestra sociedad



Cuando hablamos de una obra temática clásica que a raíz de las controversias que ha desatado desde su estreno—hace ya casi cien años, en 1914—lo primero que nos viene a la mente son las dificultades que puede presentar su puesta.  Las preguntas y las dudas se suman de manera rápida.  Dados los progresos y los cambios sociales que ha producido el paso del tiempo, el riesgo es muy alto.  Sin embargo éste no ha sido el caso en el nuevo  montaje de Los invertidos, la obra de José González Castillo, que tanta polémica causó en su fallido intento de debutar en 1914  (Cabe recordar que por ese entonces, era aún relativamente reciente el escándalo de Oscar Wilde acusado de “sodomía”, y la frase de un poema de Lord Alfred Douglas que se utilizó en el juicio, “el amor que no se atreve a decir su nombre”). Después de haber visto esta puesta de Mariano Dossena, no nos quedan dudas de que Los invertidos, fue un drama de avanzada para aquel momento histórico.  

 Fernando Sayago-Gustavo Pardi-Maia Francia

El conflicto no se centra exclusivamente en la temática de la homosexualidad trágica como era vista en aquellos tiempos cuando aún se empleaban términos hoy obsoletos, como “manfloro”, “maricón”, “sodomita”, “puto”, “invertido”, “pecador”, “enfermo”, o simplemente “delincuente”, sólo por practicar “el pecado nefando”.  Es más un tratamiento de la situación desde la óptica de seres que provienen de los diversos estratos sociales que representan cada uno de los personajes.  González Castillo presenta un variado tapiz que va desde la aristocracia más rancia (El Dr. Pérez—Gustavo Pardi—Clara—Maia Francia—su esposa, y sus hijos, Julián—Emiliano Dionisi—Lola, Margarita Lorenzo), dos bon vivants (Pérez—Fernando Sayago—y Fernández—Gabriel Serenelli—y Emilio—Alejandro Falchini), de la misma esfera, pero de un escalón menor, una mucama (Petrona—Elsa Espinosa),  que es como una propiedad de esa familia a la que ha servido toda su vida, un servil mayordomo inescrupuloso (Benito—León Bara), que busca escalar vendiéndose a cualquier precio, y dos travestis (Juanita—Emiliano Dionisi—y Princesa—Daniel Toppino), marginales que no tienen nada que perder. Cada uno de ellos nos da, de un modo u otro, su opinión acerca de la homosexualidad.  A pesar del siglo transcurrido, Los invertidos sigue siendo un drama que no ha perdido actualidad, ese mundo cerrado, en el que la apariencia y la hipocresía valen más que la verdad, todavía hoy, en 2011, continúa siéndonos familiar en muchas esferas y disfrazado de diferentes formas.  Los conceptos “higienistas” post victorianos—tan comunes a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX—no han sido abandonados por una porción de nuestra sociedad contemporánea, en especial en aquellos que siguen aferrados al conservadurismo religioso.  Sin embargo, la visión que muestran los representantes de las clases más bajas, se oponen diametralmente a los de los aristócratas.  Para Petrona la homosexualidad es moneda corriente, no la ve con los mejores ojos, pero tampoco le molesta.  Benito—una especie de Lazarillo de Tormes en su filosofía—está más interesado en escalar que en preocuparse por quiénes ocupan la cama de su patrón, y por unos billetes, sería capaz de venderlo sin dudar.  Juanita y Princesa, las travestis, saben perfectamente que sólo pueden disfrutar el momento, lo que la vida les pone delante, son seres atrapados en la marginalidad que los posiciona su condición, y lanzan comentarios ácidos contra todo, aún contra ellas mismas.  En cambio, los personajes de clase, encabezados por el Dr. Florez, llevan una doble vida cargada de infelicidad.

 Alejandro Falchini-Daniel Toppino-Fernando Sayago-Maia Francia-Gustavo Pardi-Emiliano Dionisi
Elsa Espinoza-Margarita Lorenzo-León Bara-Gabriel Serenelli

Los detonantes de estas ambigüedades, recaen en dos de los personajes.  Por un lado está Clara, que juzga y condena hasta las últimas consecuencias, sin importarle que también está hablando de sí misma.  Por otro, tenemos a Fernández quien, sabiendo y asumiendo que le han dicho la verdad, pretende defender su honor en un duelo.  

Fernando Sayago-Gustavo Pardi-Gabriel Serenelli-León Bara

Los invertidos, presenta una resolución escénica altamente funcional.  Aprovechando las dimensiones de esta amplia y bien equipada sala, “El Extranjero”, Nicolás Nanni ha dividido la escena en dos espacios: la austera oficina del Dr. Florez, dominada por una ventana desde la que las luces de Claudio del Bianco dan las diferentes tonalidades de cada escena que se reflejan en un espejo de marco dorado, y la garçonnière de Pérez, auténtica hasta en el detalle de una gran reproducción del cuadro de 1850 de William-Adolphe Bouguereau, “Dante y Virgilio en el infierno” que, como estos dos personajes, parecieran estar observando, sin juzgar, la escena de los pecadores impulsados por los demonios.  También el diseño de vestuario es de Nicolás Nanni, y se ajusta muy bien a la época.

Gustavo Pardi                                Fernando Sayago 


                                                    Emiliano Dionisi   Daniel Toppino   Alejandro Falchini


 Bajo la meticulosa dirección de Mariano Dossena, todo el elenco logra brindar actuaciones impecables, medidas y muy parejasSin embargo, se impone un párrafo aparte la brillante labor de Maia Francia (una actriz que nunca deja de admirarnos), cuya transformación escénica—con sus movimientos que van desde la esposa sumisa que flota alrededor de su marido, a la seductora-seducida que intenta avivar su fuego interior en los brazos del hombre equivocado, a la locura final de la tragedia—demuestra un poder y una contención, profundamente profesional que crecen a lo largo de Los invertidos, sin caer en ningún momento en el melodrama.  También Gabriel Serenelli quien, en un rol secundario, logra una excelente composición de “Fernández”, un cajetilla hipócrita en el que se aúnan todos los vicios que expone la tragedia de González Castillo.


  Maia Francia
 
Los Invertidos, es un drama plenamente logrado.  En las hábiles manos de Mariano Dossena y de su equipo, ha conseguido, finalmente, transformarse en un clásico de plena vigencia. Sin duda, la puesta tiene muchos elementos de la vida contemporánea con los que los espectadores podrán fácilmente involucrarse, tanto intelectual como emocionalmente,  con esta gran tragedia argentina. 

      Mariano Dossena
Fotos: Gentileza de Juan Borraspardo ©

Elenco
Pérez: Fernando Sayago
Dr. Florez: Gustavo Pardi
Clara: Maia Francia
Julián /Juanita: Emiliano Dionisi
Emilio: Alejandro Falchini
Princesa: Daniel Toppino
Petrona: Elsa Espinoza
Benito: León Bara
Fernández: Gabriel Serenelli
Lola: Margarita Lorenzo

Ficha técnica
Autor: José González Castillo
Música Original: Diego Lozano
Escenografía y vestuario: Nicolás Nanni
Diseño gráfico: Andres San Martin
Diseño de luces: Claudio del Bianco
Diseño y arte Blog: Ariel Li Gotti
Fotos: Juan Borraspardo
Prensa: Silvina Pizarro
Asistencia de Producción: Tony Chávez
Asistencia de Dirección: Paula Galván
Producción: Pablo Silva
Dirección General: Mariano Dossena
Web: 
http://www.losinvertidos.com.ar
El extranjero - Valentín Gómez 3378 - Capital Federal.
Teléfonos: 4862-7400
Web: http://elextranjeroteatro.blogspot.com 
Precio de las localidades: $ 40,00 y $ 30,00 - Sábado - 23:00 hs.

Año 1914, Buenos Aires. Una familia adinerada es sacudida por la revelación de la doble vida sexual de Flórez, padre y marido, con su íntimo amigo de la infancia, Pérez, quien tiene un bunker donde los invertidos de la época pueden desplegar su oculto mundo femenino. Clara, esposa de Flórez, es el vértice de un triangulo trágico a través del cual esta historia de amor, entre hombres, lleva a los personajes a desnudar sus pasiones más ocultas.
Lo prohibido y lo que no puede “ser visto”, este vínculo conduce irremediablemente, a los personajes, a la tragedia.

“Dante y Virgilio en el infierno”, de William-Adolphe Bouguereau, 1850
© Osvaldo Sabino, Buenos Aires, Argentina, abril de 2011