viernes, 11 de noviembre de 2011

De hombre a Hombre,
Merceditas Elordi, junto con 
Óscar Giménez y Ulises Pafundi,
afrontan un gran desafío teatral que 
supera todas las expectativas


PREMIO ESTRELLA DE MAR 2012

No es una tarea común ni fácil la de montar una obra que ha tenido varias puestas, en diferentes sitios, y que ha ganado premios.  Sin embargo, Merceditas Elordi, junto a sus actores, Oscar Giménez y Ulises Pafundi, decidieron correr el riesgo de hacerlo con esta pieza de Mariano Moro (que la dirigió anteriormente). Valiente decisión la de la directora, y ese coraje de enfrentar a la crítica y al público, ha dado sus frutos: un montaje impecable que supera ampliamente todas las expectativas.
Ulises Pafundi - Óscar Giménez
De hombre a hombre es una comedia que presenta la relación entre un profesor estructurado, conservador (pero que tiene un punto débil), y su confrontación con un alumno prodigioso, pero fresco y un tanto caradura, un joven propio de nuestros tiempos en los que las barreras de antaño se han esfumado.  Con el nexo unificador del valor de la palabra, escrita y hablada, ambos trascienden el escritorio y el pupitre que los separa.  Igualmente, sus roles van intercambiándose gradualmente hasta alcanzar una unidad de sentimientos, el de Andrés (el estudiante), auténtico y valiente, y el de Juan Manuel (el profesor), tímido y reprimido.  La relación entre ambos es un juego que lentamente va invirtiéndose, el profesor, típico, estructurado, poderoso detrás de su escritorio, va transformándose en el alumno que no logra aprender las lecciones que le da el joven que pronto termina dominando la situación. 
Ulises Pafundi - Óscar Giménez
El juego del cambio de roles es justamente una de las bases de esta obra de Mariano Moro.  Esta es una situación muchas veces vista, tanto en novelas, como en escenarios, o en las pantallas, podríamos dar una larga lista de ejemplos.  Sin embargo, el enfoque que le da  Moro, la torna única. Son excelentes sus usos de los clásicos a los que hace referencia sin hacer alarde de intelectualismo, pero mostrando un profundo conocimiento.  Y se vale de todos ellos para expresar una relación platónica frecuente en el mundo estudiantil: la del alumno infatuado por el profesor que dicta su materia favorita, al que busca seducir con todo lo que tenga a mano, en este caso, con su talento.
Ulises Pafundi - Óscar Giménez
Óscar Giménez  hace una excelente composición del profesor Juan Manuel, creando un personaje absolutamente creíble que, a medida que avanza la trama de De hombre a hombre, va pasando a ser de una figura acartonada y sarcástica, a un ser humano que debe enfrentar sus debilidades y desatinos profesionales y personales, y comprende que no tiene la energía para defenderse de la amenaza del brillo con que va encandilándolo su alumno.  Giménez, un actor con un inagotable bagaje de recursos escénicos, y su carga de técnicas corporales y gestuales, logra otorgarle a su rol una poderosa energía para mostrar cómo lucha contra esas pasiones que busca reprimir.
Óscar Giménez
Ulises Pafundi asume cómodamente el rol de Andrés, desplegando toda su sensibilidad para estar alerta a cualquier movimiento de su profesor, y así satisfacerlo y superarlo con respuestas siempre exactas con las que busca seducir a Juan Manuel, y logra convencer a la platea de que todos somos partes de la clase que se desarrolla en la sala.  Ambos actores tienen la gran virtud de poner lo técnico al servicio del espíritu del personaje, con lo que logran una actuación con alma.
Ulises Pafundi
Bajo la experta y muy cuidadosa dirección de Merceditas Elordi, De hombre a hombre resulta una magnífica experiencia teatral que logra imponer su sello propio para eludir comparaciones con versiones anteriores de la pieza.  Un excelente trabajo de esta siempre ascendente directora.
Merceditas Elordi
No podemos dejar de destacar la funcionalidad y el uso de los espacios que permite la escenografía, y el diseño de luces de Edgardo Aguilar, que no sólo se circunscribe al escenario sino también a la platea que es parte de la clase.
Óscar Giménez - Ulises Pafundi - Mariano Moro - Edgardo Aguilar  Merceditas Elordi
Por medio de la magnífica y muy hábil dirección de Merceditas Elordi, y la actuación de Óscar Giménez y Ulises Pafundi, dos formidables actores que desbordan de buen gusto y profesionalismo, De hombre a hombre, de Mariano Moro, logra superar todos los desafíos que pudiera haber implicado esta nueva puesta.
© Osvaldo Sabino, Buenos Aires, Argentina, 2011

Sinopsis
Dos personajes. Juan Manuel, un encantador profesor de Lengua y Literatura, frente a su aula repleta de estudiantes. Entre ellos se destaca Andrés, un alumno contestatario, que manifiesta su rebeldía, sus emociones, sus reflexiones y sentimientos casi sin filtros. Apenas aquellos que la adolescencia le permite. Dos personalidades fuertes, cada una con sus propios conflictos, se enfrentan durante toda la obra, estableciendo continuamente un campo de fuerzas encontradas. Entre admiración y provocaciones surge inevitablemente una historia de amor auténtico y, a la vez, contradictorio.

Una obra que enfrenta el deseo y el amor, al deber y la moral. Aspectos del ser humano que se ponen de manifiesto y se confrontan en la piel de Andrés y Juan Manuel.

Una obra poética, bella, tierna y reflexiva que, según dichos del propio autor, recuerda a las telenovelas de Alberto Migré y se presenta como un homenaje a ellas.


 Fotos: Gentileza de Fher Giani ©
Duración: 70 minutos
Ficha artística
Juan Manuel: Oscar Gimenez
Andrés: Ulises Pafundi

Ficha Técnica
Dirección: Mercedes Elordi
Autor: Mariano Moro
Escenografía: Edgardo Aguilar
Iluminación: Edgardo Aguilar
Diseño gráfico: Paula Carranza
Asistencia general: María Palumbo

Taller del ángel
Mario Bravo 1239
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 4963-1571      
Web: http://www.tallerdelangel.com.ar
Entrada: $ 50,00 y $ 35,00
Domingos - 20:30 hs - Hasta el 27/11/2011

__  __

viernes, 4 de noviembre de 2011

Cruzando la ventana,
de Matías Vitali:
una obra brillante que sorprende, asombra y atrapa a la audiencia


Ante todo es necesario establecer un punto muy importante al referirnos a Cruzando la ventana, y es que lo convencional no existe en el universo de Matías Vitali. Este joven dramaturgo tiene mucho de “transgresor”, dicho esto en el sentido de que lleva todas las situaciones hasta los extremos, y muchas veces los cruza audazmente en su búsqueda de un exacto balance entre el riesgo y la sujeción, la característica primordial que resulta de sus obras.

Matías Vitali

Cruzando la ventana es un drama difícil de catalogar, ya que Vitali se vale de una serie de líneas—psycho thriller, grotesco, drama, tragedia—y coloca su trabajo en el vértice exacto en el que todas ellas pueden aunarse cómodamente.

Matías Vitali
La historia está ubicada en una casa cerrada, en un espacio indeterminado que universaliza la temática.  El desencadenante del conflicto en esta familia, compuesta por padre, madre, hijo y una especie de asistente psicológica, que vive separada de la sociedad, es la llegada de una prima que viene a quebrar con esa convivencia desbordante de agresión y de sentimientos contenidos.  A partir de su arribo, se produce una grieta irreparable en ese esquizofrénico balance que habían logrado mantener durante muchos años.  Y es así como la idea del mundo exterior comienza a invadir sus vidas, en especial, la de Juan Martín, el hijo que esconde una oscura historia en su pasado.  De allí en adelante, emergen situaciones en las que, alternativamente, se superponen los secretos, las tensiones, los nervios, y la mentira en medio de la que viven. Si la prima recién llegada no es controlada, el mundo que han creado está bajo una poderosa amenaza de desintegrarse en cualquier momento.  Y es así como van surgiendo situaciones y maquinaciones enfermizas que los lleva a pensar en el crimen. 
Daniela Vacas - Valeria Ariosto - Matías Vitali - Fernando Carón
Desde el texto, la dirección y la actuación, Vitali maneja un profundo juego argumental logrando que los protagonistas de Cruzando la ventana se muevan de manera independiente o interaccionando manejados por un certero ajuste.  En medio de ese modo de acción, y más allá de las motivaciones personales que los ha llevado a vivir en ese mundo asfixiante en el que se entremezclan lo lógico y lo ilógico, lo cotidiano y lo científico, la locura y la normalidad, los signos van invirtiéndose vertiginosamente.  Matías Vitali, en su rol de dramaturgo y director, va introduciendo notas vinculadas a los intereses, tanto del mundo interior en el que viven, como del exterior que penetra la ventana de la mano de la prima inesperada.  Y para hacer una contraparte de esto, cada personaje establece un velado alegato sobre la vida y sobre aquellos que la viven apasionadamente más allá de esos muros a los que un secreto oscuro los mantiene aferrados.

Daniela Vacas - Alejandro Souto - Matías Vitali
Un eje más de la obra se ubica en la condición y la naturaleza del ser humano, que presenta y traslada una imagen específica de la cotidianeidad externa, o sea la que ven “los otros”, sin lograr desligarse de sus expectativas interiores.  Son dos mundos paralelos que el autor/director/actor establece de antemano.  Es decir, la aproximación de mundos enfrentados con lo preciso o lo ficticio, lo ideal con lo imperfecto, los elementos básicos que colisionan en Cruzando la ventana.
Fernando Caron - Alejandro Souto - Valeria Ariosto - Matías Vitali - Daniela Vacas
En cuanto a lo psicológico, Vitali, introduce en varios tramos diálogos que dejan ver la extraña causa de esta locura familiar, y lo hace sin quebrar, en ningún momento, el interés en la acción.  En referencia a lo recién dicho, debo acotar que si bien la obra tiene una duración de más de dos horas, al concluir la obra, el consenso general es que todos los espectadores se abstraen del tiempo, y salen creyendo que Cruzando la ventana dura mucho menos, la dinámica y las temáticas de la pieza son tan apasionantes que el tiempo vuela hasta que vuelven a encenderse las luces de la sala.

Daniela Vacas - Valeria Ariosto - Matías Vitali - Fernando Souto
Las actuaciones son absolutamente impecables, Matías Vitali logra componer a un Juan Martín binario en el que se aúnan todas las contradicciones posibles sin que en ningún momento se exageren las cualidades del rol, Valeria Ariosto, compone una brillante madre maquiavélica en su locura, Fernando Carón se destaca en el rol de padre y marido al que su mujer controla y domina sólo cuando están juntos, Alejandro Souto consigue armar una impecable asistente psicológica, niñera asesina, que desde el comienzo atrapa y enerva a la audiencia con sus cualidades histriónicas, y Daniela Vacas resulta una adorable prima, una ingenua no tan ingenua que logra desestabilizar la funcionalidad disfuncional de esta familia.

Valeria, Ariosto - Matías Vitali - Daniela Vacas - Fernando Caron
El diseño de luces se destaca dando los tonos justos a cada instancia.  La escenografía hace un excelente aprovechamiento del escenario de La ratonera, y allí conviven varios planos que componen la casa en la que lo más destacado es el inodoro que está en el primer plano de espaldas a la audiencia, ambas son también diseño del joven Matías Vitali.


Cruzando la ventana nos muestra lo estrecha que es la visión del mundo que tienen por lo general los seres humanos.  Los límites del marco, en muchos casos, no permiten ver más allá, establece un mundo ínfimo de risas y alienación cotidiana. Un mundo pequeño en el que habitan seres que nunca se animan a asomarse al exterior y que conviven atrapados en sus permanentes enajenaciones.  

Fernando Caron - Alejandro Souto - Matías Vitali - Valeria Ariosto
Matías Vitali, con sus veinticuatro años, ha sabido atrapar y plasmar ese ínfimo universo con su inusual talento y su prodigiosa maestría—debemos destacar que esta es su octava pieza teatral estrenada—dos detalles descollantes de una temprana madurez que, sin duda, continuará sorprendiéndonos.  Cruzando la ventana es una obra que asombra y que tienta a verla nuevamente.

© Osvaldo Sabino, Buenos Aires, Argentina, Octubre 2011

Matías Vitali
© Fotos de la obra, gentileza de 
Miguel Mariscurrena

Ficha artística
La madre: Valeria Ariosto
El padre: Fernando Caron
Asistente psicológica/niñera: Alejandro Souto
La prima: Daniela Vacas
Juan Martín: Matías Vitali

Ficha Técnica:
Dramaturgia: Matías Vitali
Diseño de Vestuario y escenografía: Matías Vitali
Realización de vestuario y escenografía: Sebastián Toledo
Asistencia de dirección: Facundo Leiva
Diseño gráfico: Fernando Caron
Selección musical: Matías Vitali
Producción general: Alejandro Souto
Dirección general: Matías Vitali

LA RATONERA CULTURAL
Av. Corrientes 5552 Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Reservas: 48572193
Domingos: 18:30 hs.
Entrada: $ 40,00 y $ 25,00 

__  __