viernes, 4 de noviembre de 2011

Cruzando la ventana,
de Matías Vitali:
una obra brillante que sorprende, asombra y atrapa a la audiencia


Ante todo es necesario establecer un punto muy importante al referirnos a Cruzando la ventana, y es que lo convencional no existe en el universo de Matías Vitali. Este joven dramaturgo tiene mucho de “transgresor”, dicho esto en el sentido de que lleva todas las situaciones hasta los extremos, y muchas veces los cruza audazmente en su búsqueda de un exacto balance entre el riesgo y la sujeción, la característica primordial que resulta de sus obras.

Matías Vitali

Cruzando la ventana es un drama difícil de catalogar, ya que Vitali se vale de una serie de líneas—psycho thriller, grotesco, drama, tragedia—y coloca su trabajo en el vértice exacto en el que todas ellas pueden aunarse cómodamente.

Matías Vitali
La historia está ubicada en una casa cerrada, en un espacio indeterminado que universaliza la temática.  El desencadenante del conflicto en esta familia, compuesta por padre, madre, hijo y una especie de asistente psicológica, que vive separada de la sociedad, es la llegada de una prima que viene a quebrar con esa convivencia desbordante de agresión y de sentimientos contenidos.  A partir de su arribo, se produce una grieta irreparable en ese esquizofrénico balance que habían logrado mantener durante muchos años.  Y es así como la idea del mundo exterior comienza a invadir sus vidas, en especial, la de Juan Martín, el hijo que esconde una oscura historia en su pasado.  De allí en adelante, emergen situaciones en las que, alternativamente, se superponen los secretos, las tensiones, los nervios, y la mentira en medio de la que viven. Si la prima recién llegada no es controlada, el mundo que han creado está bajo una poderosa amenaza de desintegrarse en cualquier momento.  Y es así como van surgiendo situaciones y maquinaciones enfermizas que los lleva a pensar en el crimen. 
Daniela Vacas - Valeria Ariosto - Matías Vitali - Fernando Carón
Desde el texto, la dirección y la actuación, Vitali maneja un profundo juego argumental logrando que los protagonistas de Cruzando la ventana se muevan de manera independiente o interaccionando manejados por un certero ajuste.  En medio de ese modo de acción, y más allá de las motivaciones personales que los ha llevado a vivir en ese mundo asfixiante en el que se entremezclan lo lógico y lo ilógico, lo cotidiano y lo científico, la locura y la normalidad, los signos van invirtiéndose vertiginosamente.  Matías Vitali, en su rol de dramaturgo y director, va introduciendo notas vinculadas a los intereses, tanto del mundo interior en el que viven, como del exterior que penetra la ventana de la mano de la prima inesperada.  Y para hacer una contraparte de esto, cada personaje establece un velado alegato sobre la vida y sobre aquellos que la viven apasionadamente más allá de esos muros a los que un secreto oscuro los mantiene aferrados.

Daniela Vacas - Alejandro Souto - Matías Vitali
Un eje más de la obra se ubica en la condición y la naturaleza del ser humano, que presenta y traslada una imagen específica de la cotidianeidad externa, o sea la que ven “los otros”, sin lograr desligarse de sus expectativas interiores.  Son dos mundos paralelos que el autor/director/actor establece de antemano.  Es decir, la aproximación de mundos enfrentados con lo preciso o lo ficticio, lo ideal con lo imperfecto, los elementos básicos que colisionan en Cruzando la ventana.
Fernando Caron - Alejandro Souto - Valeria Ariosto - Matías Vitali - Daniela Vacas
En cuanto a lo psicológico, Vitali, introduce en varios tramos diálogos que dejan ver la extraña causa de esta locura familiar, y lo hace sin quebrar, en ningún momento, el interés en la acción.  En referencia a lo recién dicho, debo acotar que si bien la obra tiene una duración de más de dos horas, al concluir la obra, el consenso general es que todos los espectadores se abstraen del tiempo, y salen creyendo que Cruzando la ventana dura mucho menos, la dinámica y las temáticas de la pieza son tan apasionantes que el tiempo vuela hasta que vuelven a encenderse las luces de la sala.

Daniela Vacas - Valeria Ariosto - Matías Vitali - Fernando Souto
Las actuaciones son absolutamente impecables, Matías Vitali logra componer a un Juan Martín binario en el que se aúnan todas las contradicciones posibles sin que en ningún momento se exageren las cualidades del rol, Valeria Ariosto, compone una brillante madre maquiavélica en su locura, Fernando Carón se destaca en el rol de padre y marido al que su mujer controla y domina sólo cuando están juntos, Alejandro Souto consigue armar una impecable asistente psicológica, niñera asesina, que desde el comienzo atrapa y enerva a la audiencia con sus cualidades histriónicas, y Daniela Vacas resulta una adorable prima, una ingenua no tan ingenua que logra desestabilizar la funcionalidad disfuncional de esta familia.

Valeria, Ariosto - Matías Vitali - Daniela Vacas - Fernando Caron
El diseño de luces se destaca dando los tonos justos a cada instancia.  La escenografía hace un excelente aprovechamiento del escenario de La ratonera, y allí conviven varios planos que componen la casa en la que lo más destacado es el inodoro que está en el primer plano de espaldas a la audiencia, ambas son también diseño del joven Matías Vitali.


Cruzando la ventana nos muestra lo estrecha que es la visión del mundo que tienen por lo general los seres humanos.  Los límites del marco, en muchos casos, no permiten ver más allá, establece un mundo ínfimo de risas y alienación cotidiana. Un mundo pequeño en el que habitan seres que nunca se animan a asomarse al exterior y que conviven atrapados en sus permanentes enajenaciones.  

Fernando Caron - Alejandro Souto - Matías Vitali - Valeria Ariosto
Matías Vitali, con sus veinticuatro años, ha sabido atrapar y plasmar ese ínfimo universo con su inusual talento y su prodigiosa maestría—debemos destacar que esta es su octava pieza teatral estrenada—dos detalles descollantes de una temprana madurez que, sin duda, continuará sorprendiéndonos.  Cruzando la ventana es una obra que asombra y que tienta a verla nuevamente.

© Osvaldo Sabino, Buenos Aires, Argentina, Octubre 2011

Matías Vitali
© Fotos de la obra, gentileza de 
Miguel Mariscurrena

Ficha artística
La madre: Valeria Ariosto
El padre: Fernando Caron
Asistente psicológica/niñera: Alejandro Souto
La prima: Daniela Vacas
Juan Martín: Matías Vitali

Ficha Técnica:
Dramaturgia: Matías Vitali
Diseño de Vestuario y escenografía: Matías Vitali
Realización de vestuario y escenografía: Sebastián Toledo
Asistencia de dirección: Facundo Leiva
Diseño gráfico: Fernando Caron
Selección musical: Matías Vitali
Producción general: Alejandro Souto
Dirección general: Matías Vitali

LA RATONERA CULTURAL
Av. Corrientes 5552 Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Reservas: 48572193
Domingos: 18:30 hs.
Entrada: $ 40,00 y $ 25,00 

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1 comentario:

Migue dijo...

Doy Fé. Es excelente !
Felicitaciones!!!!