miércoles, 22 de septiembre de 2010

“Sorprenderse a uno mismo es libertad”, 
nos dice Diego Casado Rubio en el programa. 
Su obra, Es inevitable, sorprende a la audiencia, un acto de liberación colectiva que pocas veces se alcanza

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El amor siempre ha sido, es y será nada más que eso, el amor, a secas, sin distinciones. Y así lo ha comprendido el excelente y multifacético director español Diego Casado Rubio. Esto lo traduce en Es Inevitable, un texto de su factura que complementa con una brillante dirección y montaje donde aúna la actuación, la pintura, el video, la coreografía, el canto y la música. Tiene, además, el aporte de tres magníficas actrices (Estela Garelli, Patrizia Alonso y Lorena Viterbo) que se entregan absolutamente a la pieza y dan lo mejor de sí mismas en el escenario. Lo mismo puede decirse de todo su equipo técnico. El resultado final de este esfuerzo, es un perfecto ensamblado de piezas que encajan tan exactamente en sus sitios correspondientes, que intentar destacar a una sobre otra, no haría honor a la labor profundamente artesanal del conjunto.

“La Carbonera”, es una hermosa sala de San Telmo que tiene el espacio perfecto para lograr dar la intimidad necesaria y establecer una relación directa con la audiencia que termina siendo participe incidental del velatorio que se desarrolla frente a ella. Desde el mismo momento cuando uno espera en el patio, comienza a escucharse un lejano e inquietante Ave María que proviene del interior, una letanía que crece al entrar y ubicarse frente a la imagen de Rosa, que reza sentada junto a un féretro. Cuando el público está ya ubicado y se cierra la puerta, la plegaria de las plañideras desaparece y la de la actriz va mezclándose con frases que expresan el sufrimiento por la pérdida de su pareja. El escenario se expande con la información que vamos descubriendo a través de su monólogo. De sus palabras surgen imágenes interiores y cotidianas del pasado inmediato. Todo esto se enmarca con música, coreografía y una proyección sobre una de las dos pantallas. Allí se ve la pintura de una ventana y, más allá, también pintado, un mar. Rosa hace un gesto abriendo las hojas de la ventana, y la imagen va fundiéndose —prácticamente sin permitir que nos demos cuenta— en una filmación del mar que termina por cubrir toda la pantalla.

Este comienzo es el determinante de una estructura dramática impecablemente balanceada, y establece el resto de la acción en la que la audiencia es transportada suavemente de un tema a otro para ir construyendo la real dimensión de lo que ha sido ese amor. Un amor —diferente, para algunos— que supera todas las barreras y que tiene la fuerza de burlarse de los convencionalismos que lo ha rodeado (y que lo rodea, aún en la muerte).

Es Inevitable habla de la muerte, el autor habla del amor, de lo que no muere, celebra la vida. Diego Casado Rubioliebenstot wagneriano, son inevitables, lo mismo que esta obra. cultiva un teatro orgánico, expresivo, sagaz, un teatro que nos seduce con su acabada artesanía para derribar preconceptos sociales obsoletos como los del miedo a lo diferente y a lo desconocido. El amor y la muerte, el
© Osvaldo Sabino* para PRESSENTA.COM.AR - Buenos Aires, septiembre 2010.
 
ES INEVITABLE
Teatro cinematográfico para los sentidos
Escrita y dirigida por
Diego Casado Rubio
Con
Estela Garelli es Rosa
Patrizia Alonso
es Carmen
Lorena Viterbo
es Menchu

Domingos a las 20.30hs.

Teatro La Carbonera
Balcarce 998 - San Telmo
Reservas al 4362-2651 y en la web
www.esinevitable.es

Entradas: $40 - $30 (Para estudiantes y jubilados)
La Carbonera cuenta con el apoyo del INT y de Proteatro, obtuvo el Premio Trinidad Guevara a la producción 2006 y es miembro fundador de ARTEI. 

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